Uno de los frutos más transformadores que aporta el Trabajo a nuestras vidas es la calidez y profundidad de las que se van impregnando nuestros actos a medida que vamos avanzando en él. Creo que esto es debido a que vamos tomando conciencia, poco a poco, de que el Amor se va instaurando en nuestras vidas. La observación, y progresiva constatación vivencial de que todo lo impregna, todo lo mueve, todo lo relaciona..., nos va haciendo vibrar en su sintonía, modificando maneras de pensar, sentir y hacer, hasta conducirnos al redescubrimiento de nuestra verdadera Naturaleza, hasta llegar a tener la certeza de que Yo Soy eso, Amor.
Cuando comencé el Trabajo ya había leído previamente algo de Blay y me sonaba lo de que somos un potencial de Inteligencia, Amor y Energía. ¡Y además, un potencial infinito! No obstante, por entonces, esta afirmación me parecía un poco inverosímil, porque aunque aspiraba a vivir mucho más plenamente, contemplaba y medía el mundo y a mí misma bajo los patrones sociales adquiridos e interiorizados en mi “Yo Idea” los cuales limitaban y distorsionaban mi visión y percepción Real.
Así que primero había que desmontar todas estas ideas que acostumbran a estructurar nuestro mundo: pequeño, limitado y supuestamente previsible, al que miramos y nos relacionamos desde la dualidad: “yo y el mundo”, con el propósito de convertirlo en algo mucho más grande, real y fuente de infinitas oportunidades, que nos vaya acercando a sentirnos en la Unidad: “yo en el mundo”, formando parte de todo.
Vivir todos los hechos de la vida cotidiana, incluso los más habituales, de un modo constantemente nuevo, intenso y lleno de sentido. Concebir formas nuevas de resolver dificultades, intuir y expresar las realidades superiores del hombre y de la naturaleza, sea a través del lenguaje científico, filosófico o artístico. He aquí dos formas bien distintas de una misma cualidad fundamental: la creatividad.
Pero de estas dos formas de creatividad, la que aquí nos interesa de un modo especial es la primera, la de vivir diario, la que está al alcance de todos y cada uno de nosotros, puesto que no requiere ningún don ni ninguna calificación o aptitud extraordinaria, sino que exige tan sólo la utilización efectiva de lo que cada uno de nosotros ya posee: la vida, la inteligencia, la energía, la conciencia, el amor, la voluntad.
El ser humano, en efecto, es naturalmente creador, del mismo modo que lo es en grado sumo la Vida de la cual él es una elevada expresión.
La creatividad, pues, no la hemos de ver exclusivamente en aquellos grandes artistas cuyas obras admira la humanidad a través de los siglos, ni tampoco en esos hombres geniales en el terreno de los descubrimientos científicos, de las realizaciones tecnológicas o de las innovaciones comerciales.
Son realmente pocas las personas capaces de ser generosas desde la disponibilidad del corazón, pues eso requiere una conexión con una dimensión profunda de uno mismo que posibilite la capacidad de amar realmente a los demás desde la libertad. Lo que, a su vez, parte de estar centrados y conectados con nuestras almas… Cuando encuentras a personas así parece que has llegado a casa después de un largo viaje, seguramente porque están en su “casa”, enraizadas en su ser y conectadas con la realidad. Es un regalo de la vida contar con su presencia y también nos transmiten la esperanza de un mundo mejor. Solamente cabe gratitud e inspiración ante personas así. Nos inspiran y nos estimulan a ser como ellos.
Cuando no se las encuentra, parece que el mundo se torna un desierto, por la sensación de sequedad que producen y da la impresión de que no hay agua para todos, ya que muchos se reservan su “riqueza” tanto para sí mismos que se acaban volviendo cada vez más pobres y miserables y parece que se ve "sed" por todas partes...
Estamos tan acostumbrados a vivir dormidos que cuando experimentamos inicialmente el despertar tendemos a percibirlo como una especie de paréntesis, como si fuera una pequeña meditación de la que tenemos que salir para atender la realidad exterior que nos está presionando. Por eso es tan importante resaltar que lo genuino del despertar es precisamente la acción, por oposición a las reacciones mecánicas que el mecanismo del personaje tiene previstas para cada circunstancia.
Dormido, si me dicen “x” el personaje reacciona haciéndome sentir “y” y respondiendo “z”; si me dicen “&” el personaje reacciona haciéndome sentir “$” y respondiendo “@”; yo no pinto nada, lo que sucede fuera dispone lo que el mecanismo contestará. En cambio, despierto soy consciente de mi capacidad de ver, amar y hacer y utilizo estas capacidades para responder a la realidad que estoy viviendo en cada momento, decidiendo conscientemente, en primera persona, qué respuesta voy a dar.
Conceptos básicos
Próximos Eventos
Vie Mar 15 @17:00 - GIRONA - Taller de Limpieza del Inconsciente Energético |
Sáb Mar 30 @10:00 - 02:00PM BARCELONA - Bases Teóricas y Prácticas de la Línea de Antonio Blay |
Lun Jul 22 @17:00 - 11:00AM OURENSE - Retiro de Meditación y Silencio |
Lun Ago 26 @17:00 - 11:00AM OURENSE - Retiro de Meditación y Silencio |
Vie Oct 11 @17:00 - 11:00AM PALENCIA - Seminario de Interpretación del Evangelio |
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