Por una parte, ADCA ha pretendido ser un lugar de encuentro, un entorno que facilita espacio, información útil y, por qué no, también un poco de acogida a todas aquellas personas que, de una manera u otra, sienten una demanda de trabajo interior, de autodescubrimiento y de realización. Porque este camino, de entrada ilusionante, a veces deviene también arduo, y los paisajes floridos y coloristas que encontramos en algunos libros, o exposiciones, pierden en algunos momentos su brillo inicial, dando paso incluso a una cierta aridez no exenta a veces de un sentimiento de soledad. En este sentido, que haya un lugar en el que, además de un material permanente, se pueda encontrar periódicamente, nuevos materiales puedan comentar con independencia de la relación que se tenga con el Trabajo, puede insuflar, además de forma regular impulso y vida, a todas aquellas personas que, buscan sentido y orientación a su vida.
Además, la asociación permite divulgar, y asentar, una línea determinada de Trabajo que, en verdad, no es sino el fruto de un esfuerzo ingente que inició Antonio Blay al día siguiente de su experiencia mística a los 18 años de edad, y que han continuado Jordi Sapés y Pilar de Moreta con un trabajo intelectual y al tiempo práctico y orientado a la vida cotidiana de las personas. Este trabajo, como los buenos vinos, ha ido tomando forma y vida con el paso de los años y, con el nacimiento de ADCA, se ha podido mostrar en internet, y por tanto, al mundo, en toda su profundidad, rigor y extensión. Sin duda se han sentado unas bases que ahora otras personas podrán recoger, ampliar y expandir, con la misma o mayor ilusión, capacidad y entrega de la que ha hecho gala la Junta actual.
Porque este doble aspecto de casa común, divulgación y asentamiento de un cuerpo de conocimiento interior profundo eleva a ADCA a un nivel que va más allá de cualquier aspecto personal, para erigirse en algo así como un arquetipo a descubrir, a vivir y a compartir con todos nuestros semejantes y, por extensión, sin ánimo de ser pretencioso, a la humanidad, en tanto que cualquier persona interesada en conocer una realidad trascendente puede encontrar aquí un camino para vivirla, experimentarla y, también, disponer de una herramienta para compartirla.
Sea este el camino que siga orientando los avatares de la Asociación. Sea este su destino.
Y muchas gracias por formar parte de él.