Pasando ahora al nivel afectivo, cuando la persona se siente, por ejemplo, sola, aparte de todas las circunstancias y todas las razones que pueda tener, el hecho es que detrás de su conciencia de soledad descubrirá siempre una conciencia de plenitud afectiva. Si no hubiera la plenitud afectiva, no viviría en el plano personal su conciencia de soledad. Si la persona estuviera sola y sólo hubiera soledad, la persona no sufriría soledad. La persona sufre soledad porque hay un fondo afectivo de plenitud, que está en el fondo, pero que no está en su conciencia exterior y eso es lo que marca el contraste. Si no hubiera contraste, no habría conciencia de sufrimiento. Pero cuando la persona aprende a mirar, no sólo el sufrimiento sino también lo que hay detrás -que de momento no es nada-, en ese detrás descubre siempre una plenitud afectiva. Ocurre lo mismo si hay sufrimiento o si no lo hay, o si hay un gran gozo afectivo personal. Es una cuestión de disciplina mental, se trata de aprender a ir ahí, superando esos condicionamientos a los que estamos acostumbrados, por los que tendemos a creer que sólo existe lo que nos han dicho que existe y que existe del modo en que nos han dicho que existe. Esta es la gran ventaja de empezar a investigar por uno mismo, de poner en entredicho todo lo que se nos ha enseñado, no para ir en contra, sino simplemente para dejarlo de lado y aprender a buscar y descubrir por uno mismo. Y se encuentran cosas maravillosas, cosas fantásticas, y uno se da cuenta de que todo lo que nos han enseñado son simplemente modos convencionales. Que todo podría ser enteramente distinto, que todas las ideas podrían ser totalmente nuevas, que todo lo que llamamos ahora "normal" y que nos parece que es una norma absoluta, es una pura convención. Y uno concibe que pueda venir una época en la que todo sea distinto y que quizás sea una expresión más auténtica de esa realidad profunda que está detrás de todo.
Texto extraído de la obra de Antono Blay "Despertar y Sendero de Realización.Una trayectoria personal". Editorial Indigo. 2010.