Traducción al lenguaje del Trabajo espiritual en la línea de Antonio Blay
Consejos a los que se consideran en el camino del Trabajo espiritual:
Si buscamos la esencia y aplicamos las indicaciones del Trabajo, descubriremos que somos capacidad de ver y este descubrimiento nos permitirá tomar decisiones reales.
A veces creemos que por el hecho de habernos apuntado al Trabajo, ya nos hemos librado de la mecanicidad y pensamos que ya estamos contemplando la realidad.
Sin embargo, si seguimos dormidos, es decir, desorientados, estaremos forzosamente en manos de la mecanicidad. El que está sujeto a la mecanicidad no es dueño de su personalidad, sólo es amo de si mismo el que se vive desde la esencia. Por lo tanto, sólo podemos recuperar nuestra libertad si nos viene de la esencia. Cristo, en su doble condición de hombre y Dios, nos devuelve la conciencia de nuestra naturaleza esencial.
Podemos estar en el Trabajo espiritual y, sin embargo, ignorar la esencia. Esto significa desvirtuar el Trabajo y sucede porque hay indicaciones del mismo que en la práctica son incompatibles con nuestra forma de vivir.
Una cosa es experimentar a Dios y otra es hablar de Dios porque lo hemos leído o escuchado.
Podemos estar teóricamente en el Trabajo y no ponerlo en práctica, sólo hablar del método. En este caso, el Trabajo espiritual se desvirtúa, se convierte en una ideología más, compatible con seguir actuando en base a los patrones del sistema social que ampara la mecanicidad.
Creemos que hemos abandonado el personaje porque hablamos del Trabajo pero seguimos viviendo como de costumbre. No nos implicamos a fondo ni con la intensidad necesaria para situarnos en el nivel de conciencia superior que nos permite recibir la luz y, en consecuencia, la libertad. Si lo hiciéramos, no tendríamos dificultades para actuar siguiendo el camino que Cristo nos muestra en el Evangelio.
Seguimos en el personaje persiguiendo los intereses del modelo. El personaje nos ha desconectado del fondo y nos ha llevado a ignorar el potencial que somos. Creemos que no somos nadie, que no valemos y que no podemos. Todo esto es falso pero consigue apoderarse de nuestra mente y considerar utópico el mensaje de lo Superior. Así percibimos el mensaje fundamental de Cristo: de amarnos los unos a los otros, sin esperar recompensa, como algo muy bonito, pero imposible de llevar a cabo.
El hecho mismo de que no vivamos así, demuestra que no estamos realmente siguiendo las indicaciones del Trabajo espiritual.
Parte de las conclusiones sobre este texto de Juan. Seminario del Evangelio, 13 al 15 de octubre 2023. Monasterio cisterciense de Santa María de Vico. Arnedo, La Rioja.