#2394
Isabel
Participante

El problema catalán cada vez es más el problema de TODOS, seamos conscientes o no de ello…. No es solo cuestión de si eres «Indepe» o no, de si vives en Cataluña o no.

Lo que está ocurriendo en Cataluña, y el cómo se continúan gestionando todas y cada una de las respuestas des de el Gobierno, además, va mucho más allá y afecta a los derechos y libertades nuestros, de nuestros hijos y generaciones venideras.

Ya se ha dicho que se han ninguneado una y otra vez las más que masivas y reiteradas concentraciones y manifestaciones pacíficas pidiendo “Votar”. Y que se ha desoído que dos millones de personas, también “de bien” , votaron que querían un cambio de escenario.

¿Dónde queda pues la supuesta libertad de expresión que da fuerza y voz al pueblo para ir avanzando?

También se ha dicho que al sentenciar con sedición a los representantes del movimiento por añadidura lo somos todos quienes votamos el 1 d octubre.
Esto no es broma porque, aparte de nosotros…

¿Realmente nuestros hijos y nietos a partir de ahora podrán salir a la calle a defender lo que consideren justo con sus derechos civiles garantizados? ¿O esto está asentando tal precedente que resulta que como no se puede alterar el orden público no se podrá decir nada, salvo pena,….incluidos desahucios?

Tenemos los casos de aplicación de la ley antiterrorista a jóvenes por “faltas”mucho más pequeñas, pero así queda vigente y aceptado socialmente su uso para cuando “se necesite” echar mano.

En cuanto a la policía de cualquier autonomía, yo me pregunto:

¿Como vamos a avanzar en democratizar nuestra propia policía si se puede recibir una cantidad ingente de cuerpos del estado que, bajo órdenes, se saltan las leyes y protocolos?
Porque ahora mismo y des de anoche, en el Hospital de Sant Pau de Barcelona se están coordinando para atender quirúrgicamente a los diferentes estallidos de globo ocular causados por balas de goma disparadas por la policía Nacional. Un armamento calificado de no letal pero sí altamente peligroso y que supuestamente se ha de disparar al suelo.
En Cataluña se prohibió su uso después de todos los movimientos, polémicas y protestas por el caso de Ester Quintana.

Tengo y comparto sentimientos diferentes. Por un lado de inmensa alegría por la gran cantidad de acciones pacíficas que des de hace años se están llevando a cabo, dónde la gente asume las incomodidades y supera las dificultades con imaginación y esfuerzo, demostrando que todos somos capaces de ir más allá de nuestro yo personal y unirnos por una causa común.

Por otro lado me duele en el alma ver los incidentes al final de días tan memorables. Unos dicen que son exaltados, otros que infiltrados, otros que han visto a la misma policía quemar contenedores para iniciar los problemas…. Posiblemente haya de todo, no lo sé. Lo que digo es que entre los heridos de ayer hay de diferentes nacionalidades.
Pero el uso y abuso de estas imágenes poniéndolas en primer y único orden, construyendo así el relato de la violencia del proceso, que no pudieron probar durante el juicio, es un descaro y una injusticia mayúscula.
Si en Cataluña vuelven aplicar el 155, o peor, y refuerzan la ocupación policial, habrá que irse preparando en todas las comunidades para cuando se les ocurra moverse por algún asunto.

Parece ser que, aprovechando la coyuntura, se está justificando un acercamiento Sánchez-C’s, PP. Antes el presidente en funciones no se lo podía permitir, pero ahora priman las razones de estado.
Han hecho coincidir la pre-campaña de las próximas elecciones con la sentencia, así nadie habla de programa ni de mejoras, sólo de castigo a los insurrectos, que acabará siendo castigo a todo hijo de vecino.

Y esto no es culpa de los catalanes, lo es, en primer lugar del gobierno que debería dar una salida pactada y en segundo lugar, de todos porque les dejamos y legitimamos que lo hagan ya que sólo vemos que le toca al vecino y no a mí.

Al final, lo que resulte, todos nos lo vamos a comer, con o sin patatas, al gusto.

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