#1984
Jordi Sapés de Lema
Superadministrador

Tu escrito me ha emocionado; sobre todo porque muestra hasta qué punto la entrega a Dios de los monjes no es un aislamiento del entorno y de las personas necesitadas que van a pedir ayuda. Eso sí, hay que ir a pedírsela.

También pone los pelos de punta la discusión que tienen sobre la posible alternativa de abandonar el monasterio y los argumentos que aducen para no hacerlo. De hecho es absurdo que una persona que ha decidido entregar la vida a Dios decida huir para protegerse de los hombres.

Efectivamente, parece ser que los ejecutó el ejército regular y le colgaron el muerto a la guerrilla.

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