
Cuando vivimos el proceso de despertar, el Trabajo nos pide una implicación y esfuerzo que parece estar por encima de nuestras capacidades. Al principio sentimos el impulso para dar los primeros pasos y avanzamos, pero llega un momento en que la dificultad adquiere una dimensión que no sabemos cómo afrontar.
Realizar una exposición frente a una audiencia (como es el Aula Magna de ADCA) o escribir este artículo, me llevaron a enfrentarme al rechazo que me provocaban estas tareas, pensando que no estaba preparado para hacerlas o que era algo prematuro. Ser capaz de observar estas reacciones y argumentos, nos da la información que necesitamos y la voluntad necesaria para superar los retos.
En nuestra vida cotidiana protagonizamos diferentes roles en los que nos sentimos más o menos adecuados para resolver los problemas que nos acontecen. De forma inconsciente sacamos la energía para resolver situaciones que el personaje nos dice que son importantes, y aunque nos quejamos y las vivimos con angustias, luchamos para mejorar nuestro entorno. Sin embargo, dejamos de lado otras para las que nos consideramos poco dotados.
El desafío aparece cuando nos proponemos enfrentar algo que despiertos nos parece prioritario, pero el personaje nos lo impide poniendo en cuestión nuestra capacidad e intentando que lo aplacemos. Esto nos obliga a luchar internamente con el personaje.
Los argumentos del personaje son:
- No eres capaz de hacerlo, no te quedará bien, no estarás a la altura, etc.
- No tienes los conocimientos necesarios, porque no has trabajado lo suficiente.
- Ahora no es el momento, más adelante se darán las condiciones óptimas.
- Olvídate de esto: hay otros temas igual de importantes y más sencillos.
La experiencia estando presentes es:
- Iniciar el Trabajo e implicarte en el mismo, genera la voluntad y la energía necesarias para continuar.
- El Trabajo consciente produce calma y seguridad
.
- La realidad consciente disuelve en la nada los miedos del personaje.
- Lo superior proporciona un plus de energía adicional.
En resumen: para superar las dificultades que aparentemente nos limitan hemos de Trabajar en dos direcciones:
– Observar el mecanismo que nos desorienta y bloquea.
– Persistir en la decisión tomada, con confianza en nosotros mismos y en el potencial que somos, situándonos en el nivel de conciencia que hace evidente nuestra capacidad de entender la realidad, de participar en ella y de actuar de una manera que mejore el entorno en el que participamos.
De esta manera, las dificultades se convierten en retos voluntariamente aceptados, porque son el camino directo a un nivel de conciencia superior.
Ferran Fernández Olm. Aula Magna expuesta el día 24 de Mayo de 2025.
Puedes verla en el siguiente enlace:
