#2428
Jordi Sapés de Lema
Superadministrador

[size=100]Dice el filósofo existencialista Karl Jaspers que tomamos conciencia del ser cuando todos nuestros conocimientos, nuestras relaciones y
técnicas no pueden evitar que algo suceda. Normalmente estas situaciones son personales: un accidente, una enfermedad mortal…, en algunos casos afectan a una determinada colectividad: un terremoto, una epidemia localizada… pero en estos momentos estamos enfrentando una situación que implica a toda la humanidad. Y parece que lo único eficaz que podemos hacer para resistir es quedarnos en casa.

Es como un macro ejercicio de despertar a nivel mundial: deja de prestar atención a lo que tienes y a lo que haces y ocúpate de ti. Y es
curioso porque da la impresión de que muchos prefieren correr el riesgo de morir antes que romper su rutina.

No sabemos cuántos días va a durar esta pandemia, ni tampoco cuantos vamos a sobrevivir a la misma. Lo que está claro es que, una vez
superada, las empresas, las instalaciones, la maquinaria, los vehículos y las materias primas seguirán estando ahí. De hecho, lo único que habría que
procurar es que la gente siguiera recibiendo en sus casas los alimentos, los fármacos y los suministros de electricidad, agua y gas.

¿Cuánto cuesta la alimentación y los suministros de todos los ciudadanos del Estado durante un mes? Seguro que mucho menos de 200
millones de euros. Pero claro, si hay que parar la producción pero hay que seguir pagando los salarios de los trabajadores… para que ellos puedan seguir
pagando las hipotecas y alquileres a los bancos y a los propietarios… para que las empresas no tengan pérdidas aunque estén paradas… y puedan seguir pagando los impuestos y las cotizaciones de la seguridad social… a fin de que el Estado pueda financiar este esfuerzo fiscal que hará para impedir la crisis, entonces igual 200 millones de euros es poco. De hecho ya se verá a quién alcanza, porque cuando dicen que se aplicará a los más necesitados inmediatamente imaginas que a ti no te va a llegar.

¿Y si nos tomamos todos un mes de vacaciones pagadas y los bancos y los propietarios renuncian a cobrar los alquileres y las hipotecas
durante este mes? Si la producción se detiene, ¿en qué se va a gastar este dinero que pretendemos que todo el mundo siga cobrando como si no pasara nada?

No sé si habéis leído el artículo que colgó Javier y mostraba diferentes proyecciones de la epidemia en función de la gente que se
permite circular: con siete octavas partes de la población inmovilizada la enfermedad remite por sí sola; y una octava parte de la población basta para
atender estas necesidades básicas y asegurar que lleguen al resto.  Como esto no se ha hecho desde buen principioahora va a costar más, pero si se sigue difiriendo, vamos a llenar los cementerios de gente con la pensión asegurada.

A ver si podemos hablar de lo esencial antes de morir y volver al Ser.   
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