Gracias Jordi, por esta publicación que explica muy claramente el problema que estamos viviendo. Una epidemia que si no nos la tomamos en serio, no parará de expandirse.
La epidemia nos concierne a todos, y para luchar con ella hay que aislarse y disminuir el contacto con otras personas. Y aunque eso tiene que ser así las medidas tomadas por el gobierno, son tibias al permitir que sigamos con nuestra vida, salvo las relaciones sociales.
Yo trabajo en la administración central, y el viernes lo único que hicieron es pedirnos nuestros datos personales de contacto. Sin dar más respuesta al hecho de que nos tengamos que juntar muchas personas en un edificio, donde además se atiende al publico. Como medidas, para que parezca que se hace algo, han puesto carteles para que la gente se separe del mostrador y bandas en los bancos para que nadie se siente. Dado su silencio, en base a las especiales circunstancias, les he solicitado me faciliten el teletrabajo, y así poder hacer mi trabajo desde el ordenador aislada en casa. Hay que tomarse el aislamiento muy en serio, por eso creo que aunque nos pongan pegas en el trabajo, debemos exigir que nos faciliten el teletrabajo, o cualquier medida, que reduzcan los paseos, recorridos y posibles encuentros con otras personas que puedan transmitir la enfermedad.
Aunque ya llevamos más de un mes con infectados en España, creo que la población no era muy consciente del problema. Para muchos el problema estaba en Madrid, y no en mi comunidad donde casi no había llegado. Se seguía con una vida de múltiples encuentros con otras personas, salvo si eras madrileño, o estornudabas …, que te miraban con recelo. Hasta el viernes «la vida seguía igual». Desde entonces estoy aislada, y mi intención es seguir así. Aunque me gustaría que sea poco tiempo, será lo necesario hasta que se reduzca el porcentaje de propagación.