[size=100][font=Arial]Comparto el final de la homilía del Papa del domingo de Ramos, que resalta el aspecto de AMOR del ser humano:
[/font][i]» … El drama que estamos atravesando nos obliga a tomar en serio lo que cuenta, a no perdernos en cosas insignificantes, a redescubrir, que la vida no sirve, si no se sirve. Porque la vida se mide desde el amor. De este modo, en casa, en estos días santos pongámonos ante el Crucificado, que es la medida del amor que Dios nos tiene. Y ante Dios que nos sirve hasta dar la vida, pidamos la gracia de servir para vivir. Procuremos contactar al que sufre, al que está solo y necesitado. No pensemos tanto en lo que nos falta, sino en el bien que podemos hacer.
Mirad a mi Siervo, a quien sostengo. El Padre que sostuvo a Jesús en la Pasión, también a nosotros nos anima en el servicio. Es cierto que puede costarnos amar, rezar, perdonar, cuidar a los demás, tanto en la familia como en la sociedad; puede parecer un vía crucis, Pero el camino del servicio es el que triunfa, el que nos salvó y nos salva la vida.
Quisiera decirlo de modo particular a los jóvenes, en esta jornada que desde hace 35 años está dedicada a ellos. Queridos amigos: Mirad a los verdaderos héroes que salen a la luz en estos días. No son los que tienen fama, dinero y éxito, sino son los que se dan a si mismo para servir a los demás. Sentíos llamados a jugaros la vida. No tengáis miedo de gastarla por Dios y por los demás: ¡La ganaréis! Porque la vida es un don que se recibe entregándose. Y porque la alegría más grande es decir, sin condiciones, sí al amor. Como lo hizo Jesús por nosotros»[/i]
Un gran abrazo.
Cruz[/size]