#2454
Georgina
Participante

Estoy de acuerdo con Jordi que habría que empezar a vislumbrar qué modelo económico se va a tener que ir perfilando una vez la situación relativa a la salud esté más encaminada. Y uno en el que el bienestar del ser humano sea el centro creo que sería una buena apuesta. Ya hemos exprimido el planeta en beneficio del dinero y esto no nos ha llevado a buen puerto: porque hemos esquilmado los recursos naturales de la humanidad a un coste muy alto y por el beneficio de muy pocos y vivimos inmersos en una economía especulativa que nos empobrece cada vez más ( y evidentemente que no solo con relación al dinero).

Por ahora la percepción es que no se está atendiendo los problemas de raíz, es como si las decisiones fueran encaminadas a ir poniendo parches pero sin tener en cuenta todos los actores de la obra: se para la actividad pero no se subsanan los gastos que continúan teniendo los negocios, se aplaude y enaltece las profesiones que están manteniendo la vida diaria – sanidad y cuidados a la persona, alimentación, logística, limpieza – pero no se revalorizan sus condiciones y salarios de miseria, muchas personas empleadas están en ERTEs pero sus gastos de vida siguen siendo igual de exigentes – alimentación, alquileres, servicios de agua, gas, luz y comunicaciones -. Así que tengo la sensación de que no hay valor por apostar en serio por tomar otro rumbo, aunque creo profundamente que el panorama obligará a hacerlo sí o sí y se acabará tomando la decisión por sufrimiento y no por discernimiento.

Espero que los estados recuperen su función pública de redistribuir la riqueza y que se haga en base a ( tal y como argumenta Joan Antoni Melé en la charla Líderes con consciencia):

– Libertad en la cultura
– Igualdad en la política
– Fraternidad en la economía

Aprovecho para compartiros una entrevista a Kate Raworth en la que explica su teoría – bajo mi punto de vista acertadísima – sobre el reparto de la riqueza. La economía del donut.

Como dice Raworth, recuperemos el concepto griego de economía como el arte de gestionar el hogar y empezemos a cuidar de este planeta y por el bienestar de todos los seres que lo habitamos.

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