Otro presidente de la Generalitat de Catalunya elegido por el pueblo catalán y destituido por los jueces del Estado por no haber quitado una pancarta. Es posible que lo haya sido de acuerdo con las leyes, da igual: si las leyes permiten algo así significa que hay que modificarlas. Pero nosotros asistimos íntegramente al juicio en el que se condenó a los políticos catalanes y pudimos comprobar cómo se falseaban unas pruebas y se ignoraban otras para alcanzar una sentencia que ya estaba dictada de antemano.
El poder judicial ha sustituido al ejército como fuerza represora. Y el problema es que todavía hay unos 2.400 juicios pendientes de personas acusadas de cualquier delito que les venga bien por el hecho de haber participado en el referéndum.