#2515
Jordi Sapés de Lema
Superadministrador

Para mí, personalmente, Juan María constituye un portal abierto a la trascendencia. Es curioso encontrarlo en el seno de la Iglesia pero con unos planteamientos tan distintos de los tradicionales. Se nota que no se ha dedicado a vivir del dogma sino que ha profundizado en la conciencia, con la ayuda de todos aquellos que ha glosado en sus escritos: desde el cristianismo primitivo hasta las tesis de profesores de un entorno académico ajeno al catolicismo.

En cualquier caso, esta última aportación suya, podríamos decir que nos libera definitivamente de algo que ya veníamos destacando: la dificultad de hablar de Dios conceptualmente. En cambio nos coloca, de una forma abrupta, imposible de eludir, frente al Dios que pretendemos buscar y encontrar en el centro de nosotros mismos.

Yo no sé si Dios es absolutamente pobre y frágil en Sí, lo que sí puedo constatar es que este Dios en mí, que algunas veces consigo percibir, se presenta con estas características. Y también veo con mucha claridad que el Trabajo espiritual que intentamos recorrer adquiere todo el significado cuando dejamos de intentar salvarnos nosotros, que vamos a desaparecer, y nos proponemos salvar a Dios en nosotros y de nosotros. En nosotros como conciencia de la esencia que somos y de nosotros en tanto que personajes obsesionados por subsistir.

El único camino que lo aclara todo, es ese vaciamiento, esta entrega: participando en esta danza dinámica, como un punto en la conciencia de Dios.

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