#1959
Jaume
Participante

Siguiendo el comentario…

En el transcurso de la película Gurdjieff es testigo de acontecimientos que no se puede explicar en absoluto, el primero es cuando ve un niño yezida (secta Transcaucásica a los que se llama a veces Adoradores del Diablo) dentro de un círculo trazado en tiza en el suelo; “estaba sollozando y haciendo extraños movimientos, mientras los demás se mantenían a cierta distancia, se reían y se burlaban de él.”. Cuando Gurdjieff borra un trozo del círculo, el niño sale corriendo huyendo del lugar.

En otra ocasión, en el barrio tátaro oye gritos de un hombre que dice: -“gormaj, gormaj” (en su pueblo así llamaban a un espíritu maligno que se introduce en el cuerpo de otro hombre que acaba de morir, para hacer malas pasadas a los vivos). La gente del pueblo creía que gormaj se había introducido en un recién muerto que habían enterrado y encontrando el presunto muerto vivo de camino a su casa, por miedo a lo que pudiera hacer el espíritu, rematan al hombre. Estas experiencias dejan aturdido a Gurdjieff, que pregunta a las personas más inteligentes que conoce, pero ninguna le responde de un modo convincente. En la película se omite, pero en el libro se relata cómo acude a uno de los profesores que le asignó el sacerdote Borsh, el Padre Bogatchevsky.

El Padre Bogatchevsky era un teólogo sociable y bueno que le ayudo muchísimo en su formación, pero resulta que al poco tiempo se fue y Gurdjieff quedó sin donde ir a preguntar. Así y todo el Padre Bogatchevsky es considerado por Gurdjieff el tercer hombre notable de su vida. Y uno de los motivos por el que ocupa tal puesto dentro de su escala, no puedo dejarlo fuera de este comentario, es que tuvo tiempo de enseñarle que en la tierra hay dos morales, la objetiva y la subjetiva, decía: “una objetiva establecida por la vida desde hace miles de años, y la otra subjetiva, particular a individuos aislados como a naciones enteras, imperios, familias, categorías sociales, etc.”, ”La moral objetiva se funda bien sobre la vida, bien sobre los mandamientos que Dios mismo nos ha dado por la voz de sus profetas. Llegó a ser poco a poco en el hombre el principio constitutivo de lo que se llama conciencia; y esta conciencia, a su vez, sostiene la moral objetiva. La moral objetiva nunca cambia, sólo puede cobrar amplitud en el tiempo. En cuanto a la moral subjetiva, invención humana, es un concepto relativo, diferente para cada hombre, diferente en cada lugar y fundado en la comprensión particular del bien y del mal que prevalece en la época dada.”, “Son las convenciones, de las que se está repleto, las que constituyen la moral subjetiva. Pero una vida verdadera exige la moral objetiva, que solo puede provenir de la conciencia.”, “La conciencia es en todas partes la misma: es aquí tal como es en San Petersburgo, en América, en Kamchatka o en las Islas Salomón. Y hoy tú estás aquí, pero mañana puedes estar en América. Si tienes una verdadera conciencia y conformas tu vida en ella, dondequiera que estés, todo irá bien.”, “La moral subjetiva es un concepto relativo; si estás lleno de conceptos relativos, cuando seas grande siempre y en todo actuarás y juzgarás a los demás según los puntos de vista y las nociones convencionales que hayas adquirido.”, “Tienes que aprender no a conformarte a lo que las personas que te rodean consideren bueno o malo, sino a actuar en la vida según lo que te dicte tu conciencia”.

Continuará…

Scroll al inicio