#1683
Anónimo
Invitado

Después de leer este artículo, me ha venido a la memoria el recuerdo de un párrafo del libro “EN BUSCA DEL UNIVERSO INVISIBLE” Autor: Luis Martos Herbás (ediciones letra clara). No pierdo el tiempo en más información pues se puede ver a través de internet.
Tenemos que entender que esto que transcribo a continuación, es solo un párrafo de un capítulo en el que se está tratando el tema de la Ética y la Moral. El libro es muy denso: Ética, Filosofía Occidental (Parménides, Sócrates, Platón, Plotino, Numenio… etc.) Filosofía Oriental ( Yoga, Budismo Zen, Krishnamurti, Sufismo islámico… etc. Aconsejo su lectura.
En el capítulo XIII en uno de sus párrafos en el que uno de los tertulianos plantea la pregunta: “¿Y qué opinas del Derecho fiscal? Las normas fiscales ¿obligan en conciencia a los ciudadanos, es decir, pertenecen también a la esfera de la Moral?
Depende de dos cosas muy importantes: la justicia de sus disposiciones concretas, y el uso que se haga de los fondos recaudados en base a ellas; es decir, que éstos se administren sensatamente, juiciosamente, cuidadosamente, escrupulosamente, y sólo se destinen a cubrir atenciones dirigidas a mantener y perfeccionar la sociedad humana. Si falta uno de estos requisitos, las normas fiscales constituyen únicamente el medio técnico-social de perpetrar una expoliación abusiva.
“Por ejemplo, no serían verdadero Derecho las normas fiscales de un Estado en el que una casta o secta política, donde un Gobierno corrupto y despótico, quizá pretendidamente democrático, saquease a los ciudadanos sin piedad ni miramientos, para enriquecerse personalmente, colocar “a dedo” a sus amigos y afines en una burocracia cada vez más desmesurada e innecesaria, y en definitiva para expoliar de un modo o de otro a los que, más que ciudadanos, serían súbditos sometidos a una degradante y vejatoria situación de esclavitud…..
Pero ¿Qué opinas si, de los fondos allegados por un Estado, muchos se destinan al bien particular de los gobernantes o de sus afines y amigos, pero otros, ciertamente la mayor parte de los fondos recaudados, su inmensa mayoría, se destinan al bien común de los ciudadanos?
Que también entonces las normas fiscales quedan descalificadas en bloque, por razón de la inmoralidad del sujeto que las esgrime. Esa inmoralidad puede dimanar no sólo del desvío de fondos públicos hacia fines de enriquecimiento personal de los gobernantes o de sus parientes, amigos, adictos o afines, sino, en general, del hecho de no aplicarlos eficaz, exacta, y únicamente a satisfacer verdaderas necesidades públicas que sean tan importantes como para justificar el sacrificio económico de los contribuyentes……”
¿No tienen estos parrafos un aroma muy familiar, al que ya estamos muy acostumbrados a respirar? (Tengamos presente que la primera edición de éste libro salió en Julio del 2002, es decir, hace doce años y ocho meses)
¿Que está pasando con ésta política neoliberal que impera en toda Europa? ¿Se puede uno creer que esto es una democracia o más bien una dictatocracia? ¿Cómo se pueden tratar los problemas de Estado en un consenso general de los diferentes partidos políticos, donde uno de ellos tiene la mayoría absoluta? ¿Estamos bajo la dictadura de un partido, a pesar de que ganó las últimas elecciones? ¿Cómo se podrían cambiar las normas del reparto de votos para evitar esto?

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