13 de diciembre de 2017 a las 00:31
#2169
Javi
Participante
La carencia serena es la duda impregnada de certeza que precede al advenimiento de lo superior. A medida que abandonamos la necesidad de buscar explicaciones racionales y nos instalamos en el que siente e intuye las Verdades Universales, la carencia se torna en la dulce corriente de un rio que nos traslada a un mundo inédito de libertad, independencia y sabiduría a través de la experiencia. La carencia turbulenta es el sufrimiento que se retroalimenta del personaje. No hay que aflijirse por la primera, pues es estímulo, hay que distanciarse firmemente de la segunda. Un abrazo.