Y cuando un tranquilo silencio ocupaba todas las cosas, y la noche, siguiendo su curso, se hallaba en la mitad del camino, tu omnipotente palabra, oh Señor, desde el cielo, saltó de repente en medio de la tierra condenada al exterminio.
La tierra, el mundo que sigue su curso en una eterna noche, condenada al exterminio, a la perpetua insatisfacción. Pero es cuando el silencio tranquilo nos ocupa, cuando ocupa todas las cosas que nos rodean, es cuando tu palabra, oh Señor puede saltar de repente en medio de la tierra, desde el cielo, ya hemos dejado sitio para conectar en otro nivel de conciencia, y desde ese otro nivel de conciencia, en el silencio, es cuando puedo verla saltar y retumbar para sacarme de la oscura noche. Acordaréis conmigo que esta idea de participar todos con frecuencia nos hace estar más unidos como familia, cada vez que entro en el móvil y leo vuestras palabras se recrea lo mismo que relata el texto. ¡Feliz Navidad a todos!
