#2205
Pedro Zuberogoitia
Participante

Y cuando un tranquilo silencio ocupaba todas las cosas, y la noche, siguiendo su curso, se hallaba en la mitad del camino, tu omnipotente palabra, oh Señor, desde el cielo, saltó de repente en medio de la tierra condenada al exterminio.

Entiendo que nos habla de la disposición necesaria para lograr el contacto con Dios: tranquilidad, silencio, fluidez («la noche sigue su curso»). Si nos disponemos llega la palabra de Lo Superior, llega el relámpago que trae la presencia. Se me ocurre que en ocasiones este contacto, este conectar con el Ser se produce precisamente en medio de la tormenta y no en mitad de la calma… Probablemente se deba a que no hay una única vía de acceso a Dios y su palabra nos puede llegar en diferentes momentos y de diferentes modos.
En cualquier caso, que el nuevo año nos traiga infinitas fuerzas para seguir en el camino.

Urte berri on- Feliz año- Bon Nadal

P.S.: No he leído la entrada de Jordi (lo haré justo ahora) pero esa última frase me ha llamado la atención. Suena apocalíptica, del estilo del Antiguo Testamento, y tal vez nos habla de los siglos venideros. Es probable (pero no seguro ¿quién sabe? Sabemos todavía tan poquito del ser humano y de la Naturaleza…) que las próximas generaciones sufran el agotamiento del planeta y las guerras y penurias vayan diezmando a la Humanidad. Esa distopía, es evidente, no tendrá lugar si la palabra/presencia de Dios va ganando espacio entre nosotr@s…

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