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Anónimo.
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- 29 de diciembre de 2017 a las 22:56 #2200
Joaquín Alberto
ParticipanteIncluso en la tierra condenada al exterminio, en la desesperación y el desánimo se oye y se escucha con fuerza la palabra de Dios, serán muchos los llamados y pocos los que decidan actuar ante su llamada para hacer su voluntad.
Felices fiestas y feliz año a todos.
30 de diciembre de 2017 a las 03:25 #2201Mónica
ParticipanteCuando las situaciones del día a día parecen un drama y que no hay salida, en ese momento el silencio ocupa todo y me invade una paz y tranquilidad, conecto con lo Superior y puedo ver desde otra realidad.
Felices fiestas!!31 de diciembre de 2017 a las 00:57 #2202Anónimo
InvitadoPara mí la frase habla de la importancia de hacer un esfuerzo continuado por mantenernos despiertos y abiertos a lo Superior en las situaciones difíciles. En tanto que mantengamos este esfuerzo en el tiempo y por supuesto tengamos fe, aunque todo a nuestro alrededor parezca oscuridad, Dios descenderá cuando menos lo esperemos para abrir las tinieblas y dejarnos ver la luz. Y es que Él siempre escucha nuestras plegarias y se encarga de velar por nosotros.
31 de diciembre de 2017 a las 02:52 #2203Anónimo
InvitadoEste nuevo ejercicio, aparentemente corto y sencillo, es como un interruptor para todos que nos llama a lo trascendente. Alegra mucho ver tanta participación y tantas aportaciones distintas pero que nos llevan al Trabajo desde percepciones diferentes.
El texto me da a entender que la oscuridad se atraviesa desde la presencia consciente, y que el único propósito verdadero en el plano terrenal es abrirnos a Dios e ir experimentando que somos un canal para su manifestación en este mundo.31 de diciembre de 2017 a las 19:36 #2204Jordi Sapés de Lema
SuperadministradorFijémonos en la última frase: la tierra condenada al exterminio. Es una constatación de que lo fenoménico desaparece; así que en la medida en que nos identificamos con lo que tenemos nuestro fin es inminente.
Sin embargo, lo normal es que toda nuestra atención esté puesta en esto que tenemos; no solo en los bienes materiales sino en el prestigio, el éxito, el porvenir… Solo el sentimiento de vacío, la sensación de impotencia y la falta de sentido que acompañan nuestra existencia nos lleva a captar otra dimensión que intuimos como nostalgia de ser. Pero seguimos tratando de disminuir esta angustia de la desconexión con los medios a nuestro alcance; estos días con comidas, regalos, fiestas, luces… echamos mano de todo aquello que propicia una falsa sensación de alegría.
Sin embargo, con independencia de la fecha en la que hubiera nacido Jesús, la Navidad se instauró en esta época del año porque el solsticio de invierno era antaño el momento de más quietud, los días con menos luz en los que el frio impedía trabajar en el campo y la gente se recogía en sus casas. Esta ausencia de acontecimientos externos favorecía la percepción de otra clase de luz, amor y seguridad en el centro de la conciencia, un lugar al que nuestra atención no suele acudir si no es que practicamos el centramiento.
Bueno, no vamos a amargar las fiestas a nadie con sacrificios o penitencias que tampoco soluciona nada; pero en vez de saturar nuestra mente con tanto ruido y animación, podemos prestar atención a este vacío y cuidarlo, convirtiéndolo en el espacio que nuestra conciencia habilita para que en él resida y se exprese el espíritu de Dios que es nuestra identidad real.
La noche seguirá su camino pero nosotros intentaremos recorrer la mitad que nos queda con la quietud y el sosiego interior que proporciona la evidencia de que Dios se acuerda de nosotros y nos viene a rescatar.
2 de enero de 2018 a las 15:00 #2205Pedro Zuberogoitia
ParticipanteY cuando un tranquilo silencio ocupaba todas las cosas, y la noche, siguiendo su curso, se hallaba en la mitad del camino, tu omnipotente palabra, oh Señor, desde el cielo, saltó de repente en medio de la tierra condenada al exterminio.
Entiendo que nos habla de la disposición necesaria para lograr el contacto con Dios: tranquilidad, silencio, fluidez («la noche sigue su curso»). Si nos disponemos llega la palabra de Lo Superior, llega el relámpago que trae la presencia. Se me ocurre que en ocasiones este contacto, este conectar con el Ser se produce precisamente en medio de la tormenta y no en mitad de la calma… Probablemente se deba a que no hay una única vía de acceso a Dios y su palabra nos puede llegar en diferentes momentos y de diferentes modos.
En cualquier caso, que el nuevo año nos traiga infinitas fuerzas para seguir en el camino.Urte berri on- Feliz año- Bon Nadal
P.S.: No he leído la entrada de Jordi (lo haré justo ahora) pero esa última frase me ha llamado la atención. Suena apocalíptica, del estilo del Antiguo Testamento, y tal vez nos habla de los siglos venideros. Es probable (pero no seguro ¿quién sabe? Sabemos todavía tan poquito del ser humano y de la Naturaleza…) que las próximas generaciones sufran el agotamiento del planeta y las guerras y penurias vayan diezmando a la Humanidad. Esa distopía, es evidente, no tendrá lugar si la palabra/presencia de Dios va ganando espacio entre nosotr@s…
5 de enero de 2018 a las 02:23 #2206MARTA
ParticipanteCuando entro en el silencio estoy presente. En ese silencio tranquilo es cuando puedo darme cuenta y escuchar que Dios me habla de muchas maneras
5 de enero de 2018 a las 14:01 #2207Marta
ParticipantePara mi esta frase describe el proceso que nos ayuda en nuestro día a día a conectar con Dios.
Cuando nos encontramos en una situación incómoda para nuestro personaje y esta nos ayuda a despertar; es dónde partimos claramente de la noche, la desorientación, la tristeza, el desengañ y la angustia, para acceder a este gran silencio, luz y claridad que nos lleva directamente a la conexión con lo Superior y nos sorprende con la realidad que tenemos delante dejándonos totalmente alucinados.Feliz 2018 a todos
12 de enero de 2018 a las 01:04 #2208Jordi
ParticipanteY cuando un tranquilo silencio ocupaba todas las cosas, y la noche, siguiendo su curso, se hallaba en la mitad del camino, tu omnipotente palabra, oh Señor, desde el cielo, saltó de repente en medio de la tierra condenada al exterminio.
Para mí «el tranquilo silencio que ocupaba todas las cosas» es resultado del cese de la incesante actividad mental del personaje. Una vez desactivado éste, se deja vía libre para que Dios implemente su Palabra (convierta la esencia en existencia) a través nuestro.
Buen año nuevo a todos!
12 de enero de 2018 a las 02:31 #2209Sergio Blasco
SuperadministradorNecesitamos del silencio para dejar que lo superior nos salve, para poder ser consciente de su descenso en nosotros, en nuestro mundo interior muchas veces desordenado.
12 de enero de 2018 a las 04:39 #2210Javi
ParticipanteDadas las fechas en que Jordi nos lanza este texto, diría que la “palabra que salta de repente” es el nacimiento de Jesús, es decir, de la fuerza y la comprensión que nos permitirá trascender el viejo mundo para adentrarnos en uno nuevo, con un Ser Humano renovado. En clave más personal, es el momento álgido, después de sumergirme en la vacuidad del silencio, en el que me he despojado de falsedades, ornamentos y deseos, y Dios insufla su energía en mi alma desnuda, clara y trasparente.
Feliz Año.
12 de enero de 2018 a las 16:18 #2211susana
ParticipanteGracias Dios mįo por asistirnos siempre, como individuo concreto y como especie humana; en medio de la oscuridad y la locura del personaje que en multitud de ocasiones nos desorienta y nos ciega; ya sea por medio de la Palabra, de los seres que nos transmiten tu luz y verdad con su ejemplo, de la intuición….que siempre que el más mínimo silencio se instala en nosotros aunque sea fugazmente, nos devuelve a ti, a la cordura y a tu amor esclarecedor.Gracias!!!! Y gracias a todos!!! Feliz año
16 de enero de 2018 a las 03:04 #2214JESÚS
ParticipanteY cuando me acuesto por la noche en la silenciosa, tranquila y relajada oscuridad de mi habitación, pido a Dios a través del Padre Nuestro, que me duerma pronto y despierte siendo más consciente en la presencia de Lo Superior.
16 de enero de 2018 a las 16:52 #2215Anónimo
InvitadoNecesitamos centrarnos para salir de esta confusión en la que prestamos atención a los obsequios sin recordar lo que estamos celebrando. Y sin embargo, esto que estamos celebrando lo tenemos siempre dentro de nosotros.
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