#2285
Isabel
Participante

Por si no me había dado suficiente cuenta de que hay una Realidad que me trasciende, en ocasiones, en mi vida, se me presentan circunstancias en las que es absolutamente evidente que mi personalidad ni las decide, ni las conduce.., sino que me vienen dadas, a veces en forma de regalo y otras en forma de problemas o situaciones que no tengo más remedio que afrontar.

Profundizando en ellas, en las que me gustan y en las que no, percibo sin lugar a dudas, que el Señor, Dios, me está dirigiendo para que se haga su voluntad. Él lo decide todo, lo grande y lo pequeño, con un fin concreto.

Así que el salmo me recuerda esto : “que mi yo personal ni construye mi casa ni guarda mi ciudad, ni maneja el acontecer en mi vida”. De eso, ya se encarga Él. Yo solo puedo reconocerlo e intentar participar de manera consciente utilizando y desarrollando mis potenciales. Y solo así, en sintonía con todo, puedo apreciar la belleza y perfección de las situaciones

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