#2290
Jordi Sapés de Lema
Superadministrador

El Señor es el arquitecto que diseña nuestra casa (la personalidad individual) y el urbanista que planifica nuestra ciudad (la personalidad social). Durante la existencia desarrollamos ambas cosas; pero caemos a menudo en la tentación de hacerlo a nuestro modo; quizás porque hemos perdido los planos o quizás porque queremos ahorrarnos los honorarios de los expertos. En definitiva, prescindiendo de lo Superior.

El resultado es que, carentes de la dirección adecuada, estos esfuerzos caen a menudo en saco roto: los albañiles levantan una pared sin fundamentos y, después de mucho trabajo, se cae. O andamos por el mundo compitiendo con los demás y vigilando nuestras posesiones para comprobar un día que la suerte ha cambiado y los que vienen detrás ocupan este lugar privilegiado que habíamos conseguido.

El único desarrollo personal y social que llega a buen puerto es el que se pone al servicio del Potencial y atiende las circunstancias que nos presenta la Voluntad de Dios.

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