#2291
Cointa
Participante

Si el Señor no construye la casa
en vano se cansan los albañiles.
Si el Señor no guarda la ciudad
en vano vigilan los centinelas.
Este salmo lo recitaba siempre antes de dormir cuando mi marido se iba a navegar largas temporadas (por trabajo) y yo me quedaba sola en casa. Me hacía sentir segura y confiada porque el Señor me guardaba.
Me preguntaban si no me daba miedo quedarme sola, pero yo me sentía a salvo.
Ahora lo veo también con otros matices, lo recito muchas veces, pero desde otra perspectiva.
En las decisiones difíciles, en las acciones de la vida, yo pongo mi amor, energía e inteligencia, pero miro hacia arriba. Me siento segura en su presencia y ya no me preocupo. Confío que el Señor hará donde yo no llegue.

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