#2312
susana
Participante

Ocuparse demasiado de uno mismo es perderse la Vida, como me la pierdo yo cuando no estoy despierta, cuando toda mi atención se centra en mis problemas, pretensiones, interpretaciones del exterior para conmigo,falsas soluciones que han de llegar……
Con este panorama es imposible abrirse al mundo, a la vida,interesarse realmente por los demás, ni ocuparse de las necesidades reales de otro ser ni de lo requiera sin entrometer al personaje de por medio. Y esto, a parte de una fatiga letal, es el infierno en este mundo, pero tan común, normalizado, y aún, en muchas ocasiones para mí, habitual, que a veces la alarma tarda en saltar, se confunde con lo natural y normal; a pesar de intuir que el infierno ha de ser algo muy parecido a esto. Cuando conoces y has experimentado la alegría y felicidad de desocupar te de la maraña de pensamientos y sensaciones que a veces confundimos con uno mismo, ahí está tu ser, junto con todo lo demás, y te ocupas de todo cuanto lo requiere, cuando y como se requiere.Y vuelves a la vida.
Desgraciadamente yo aún ando ahí, con ires y venires, últimamente con más ires que venires, con la conciencia de mi presencia aletargada, fatigada, y siendo consciente de que está a mi alcance el mundo de luz que ya conozco y me cuesta tanto tanto mantener, pero en el que acabaré instalándome porque pertenezco a él.

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