#2313
Pilar Maria
Participante

Ocuparse demasiado de uno mismo produce una terrible fatiga. Un hombre en esta posición está ciego y sordo a todo lo demás. La fatiga misma le impide ver las maravillas que le rodean.

Esta frase para mi personaje es una paradoja, porque nunca piensa en él mismo pensando siempre en él mismo. Me explico. Mi personaje va de salvador del mundo e intenta darse y sacrificarse hasta el extremo, tanto que no tiene ningún tiempo para sí, está ciego y sordo ante necesidades tan básicas como el descanso físico o el curarse de una enfermedad antes de provocarse algo grave. La fatiga viene del ir permanentemente al encuentro del otro para «rescatarlo» de cualquier cosa que el personaje imagine. Recuerdo muy bien que hace dos años más o menos por seguir empecinada en esto hubo un momento en que no podía levantarme de la cama, lo que empezó como un resfriado acabó en una neumonía grave con la que no tuve más remedio que parar. Y esto que puede parecer contradictorio no es más que un personaje tan pendiente de sí que para no «defraudar» a todo el que pedía ayuda se dejó y dejó hasta provocar la extenuación. Contra esto lucho todos los días, sería mentira decir que es algo que por trabajado está superado. No hay día que no me enfrente a la sordera y ceguera, unas con mayor lucidez que otras.

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