#1650
Nicolas
Participante

Esta nueva aportación al debate, como en la anterior, intentaré responder partiendo de la base de que el foro es espacio donde estamos una serie de gente, con la que me une una de las cosas más importantes de mi existencia, y por lo tanto, a las que quiero y respeto sobre todas las cosas.
En primer lugar, lamento que la primera intervención que hice en forma de archivo haya sido la guía de lectura, pues posteriormente lo rectifiqué e hice alguna aclaración que podía contextualizar un poco más mis opiniones. Entre ellas, la palabra “imperialista”, y que más adelante comentaré.
Sobre la primera respuesta, donde comentas la experiencia de unos amigos en el “cinturón rojo” de Barcelona, y que posteriormente firman el “Manifiesto 230 ”:
Creo que el primer error es identificar Catalunya con el Area Metropolitana de Barcelona, cosa habitual también entre los que vivimos en Barcelona.
Por otra parte, solo decir: que vivo en ese “cinturón rojo” desde que llegué en los años 60 hasta nuestros días ( 45 años). He vivido durante más de 25 años en uno de los barrios más miserables de la Catalunya de entonces y conviviendo puerta con puerta con uno de los carteles de la droga, población gitana, ….y llevo estudiando y trabajando 30 años más como Educador Social en este mismo entorno.
Sin querer descalificar a nadie, la descripción que haces esas personas me parece más que matizable por no decir demagógica:
Efectivamente, en esa época y todavía en ésta debe quedar algún barracón que se utilice como escuela, pero la identificación de los catalanes como sinónimo de burguesía como una totalidad, no puede ser más que demagogia y más proviniendo de gente con una cierta instrucción.
Que se hayan encontrado con gente impresentable y que sean catalanes, es tan probable como que puedan ser de cualquier otro lugar, pero donde veo el problema es que hacen de esto una categoría y ese es el problema. Por eso creo que es demagógico.
Por lo que se refiere a la burguesía catalana, está claro que históricamente ha habido ( y todavía hay) sectores colaboracionistas con el franquismo y con quien se pusiera por delante. Estás personas (tus amigos)que dicen esto, a poco que se hubieran interesado por la historia y cultura de este país, se habrían dado cuenta que en esa época como a lo largo de la historia, también había gente de la burguesía apostando su dinero y jugándose el pellejo por proyectos políticos, culturales, científicos, de una calidad reconocida en todo el mundo. Pero parece que en España no se ha hecho mucha difusión, y cuando se hace, lo hacen con tanto interés como el otro día en TVE, que hablaban de los Premios Nadal de Literatura y ponían en pantalla la foto del tenista Nadal. Bromas de estas tenemos a patadas todos los días.
Si hubo alguna burguesía luchando por la democracia y las libertades, creo que la catalana sería una de las pocas.
No es casualidad que ahora se siga haciendo lo mismo, intentar que se identifique Artur Mas o CiU con el independentismo, cuando el soporte de las clases trabajadoras se ve y es transversal en casi el 80% de la población. Pero eso no lo explican.
Y qué pasa con la clase trabajadora catalana, es que esas personas no conocieron a nadie?, ¿ Los trabajadores/as catalanes también enviaban a sus hijos a escuelas privadas?. “Lógicamente” en el área metropolitana la clase trabajadora catalana fue fagocitada por todos los que vinimos y su lengua, cultura, costumbres se quedó para la privacidad.
Y si recurrimos a la historia, ¿ estas personas en toda su estancia aquí, no llegaron a oír hablar del movimiento obrero desde principios del siglo XX, la CNT, POUM, …de donde eran éstos?.
Identificar Catalunya y burguesía es un atrevimiento como poco, arriesgado.
Sobre el Manifiesto 2300, no me pararé porque las personas que lo abanderaron ya las conocemos demasiado, sabemos de su “talante democrático” y a qué intereses respondían y responden. Creo que ni la derecha más civilizada les daría el más mínimo crédito.

Propongo ir contestando en color azul sobre esta última aportación (color negro)de Emilia, para que quien lo lea no pierda el hilo. Esta manera de hacer, y conocida por todos nosotros, creo que puede ser útil.

En mi primera aportación hablé de los motivos que me impulsaron a visitar Cataluña: visitar la montaña Montserrat y llevarme la sorpresa de encontrarme una ciudad muy viva y mediterránea. No tuve problemas para hablar castellano, al menos eso recuerdo. Y como en todos los sitios tal vez me encontré con gente antipática pero no lo recuerdo. Mi memoria prefiere quedarse con lo mejor. ¿Por qué no fui antes a Barcelona? No me atraía para nada como tampoco conocer El País Vasco, era de rechazo absoluto. Ahí imperaban mis creencias y juicios: catalanes “agarraos”, estos catalanes siempre mirando para sí, victimistas, quejicas, sintiéndose siempre superiores en su diferencia y para mí eso generaba mucho rechazo. Rechazo que fomentó parte de mi familia que emigró a Cataluña, ellos fueron los que me hicieron sentir ese rechazo. Mi familia es andaluza, de Málaga. El sobrino de mi madre y su mujer emigraron a Cataluña, mis primos se fueron a Australia, unos tíos se fueron a Francia, mis padres se quedaron aquí. Cada vez que venía la familia “catalana”, nosotros decíamos, ya vienen los “renegaos”, porque desde que venían hasta que se iban se pasaban todo el tiempo hablando mal de nosotros los andaluces y lo bien que estaban en Cataluña. Siempre lo mismo de lo mismo , las mismas creencias y juicios que tienen muchos sobre los que no son de su “terruño”. Siempre ese desprecio, esa falta de sensibilidad que les conduce a estar siempre juzgando y que nos lleva a sentirnos por encima de los demás. Eso experimentaba yo cuando venían los catalanes, nos veían por encima del hombro, siempre el mismo rollo. Así que nunca fui hasta que conocí en un programa la montaña sagrada, al menos así la vi. Ella me eclipsó y fue la causa de mi viaje, no otro.
Todo esto lo vivo en primera persona cada vez que voy a Andalucía.
El desprecio y desconocimiento de lo que pasa aquí es impresionante.
De todas formas, a poco veas los medios de comunicación no me extraña. El desprecio que veo en Andalucía es proporcional al deslumbramiento que tienen por Madrid, ( para mí, la metrópoli).

Llevo en el Trabajo un año , ahora estoy trabajando el repaso de los Eventos, leyendo sobre las creencias y juicios y veo en muchos textos que escriben sobre el “problema catalán” muchas creencias y juicios. . El leer que mi aportación es “imperialista” me ha dejado perpleja . Me refería, como digo en la rectificación, a la idea dominante (dominante y dominadora) en España. Yo considero Catalunya un país dominado y desde esa lógica entiendo el comentario. El problema puede venir al entender que ser español es algo natural y por lo tanto no se entienda este concepto. Y el constatar los mismos prejuicios de siempre hacia los andaluces: que si somos salerosos, que si los palmeros del reino. En mi rectificación también dejo claro mi origen y sentimiento andaluz, y creo que más que hablar del famoso carácter andaluz hablo del posicionamiento de autoridades y pueblo andaluz en general respecto al tema que nos ocupa. Y ¿tan terrible es sentirse español? No es terrible, pero la pregunta es ¿si se entiende que unos cuantos millones no nos sintamos? A mí me da lo mismo lo que los catalanes quieran hablar, si quieren hablar sólo catalán allá ellos, es una forma de encerrarse en sí mismos. Es más lógico y práctico para ellos que aprendan las dos lenguas, así tendrán otra lengua para comunicarse con los españoles, como ellos dicen. El resto no vamos a tener problemas, yo usaré mi lengua para hablar cuando vaya a Cataluña y si no el lenguaje gesticular que se me da muy bien. Si el 100% de los catalanoparlantes hablan dos lenguas como mínimo y los otros no, quién es el que se encierra?. Aquí en Catalunya, si viene algun espanyol difícilment encontraràs a alguien que se niegue a hablar en castellano. Aquí si vienes de fuera se te pedirá que respetes el catalán y si haces por aprenderlo mejor para ti y para todos; pero te hablarán en castellano. A los que llevamos años aquí, qué menos que nos pidan que nos esforcemos lo mismo que han hecho los catalanes con una lengua que no es la suya. ( Una cosa es la lengua propia y otra la lengua común). He viajado mucho y los gestos me han servido para comunicarme. El hablar del bilingüismo , no ha sido desde ningún lado imperialista, sino como algo lógico y más que nada práctico para quien vive ahí , sobre todo cuando se está rodeado de otras comunidades donde no se habla catalán. Las lenguas son un buen vehículo de unión, de comunicación, de crecimiento. Es la razón para aprenderlas. Si las lenguas tienen tantas bondades, y una parte del país habla los dos idiomas y la otra parte uno solo ¿ Quién tiene que hacer el esfuerzo?. He vivido en Bélgica y sé cómo se usa la lengua ,como espada y como limitación. Tengo una amiga flamenca que sabiendo francés ,cuando se comunica conmigo y le hablo en francés su rechazo es absoluto, ¡no, no , en español! Tuve que dejar de ir a comer a restaurantes flamencos porque no ponían la carta en francés, y no me hablaban en esa lengua aún sabiéndola. Podría citar miles de ejemplos . Para mí esto es la guerra y no conduce a nada.

Otro problema para Cataluña : mucha gente no quiere ni compra productos catalanes . Yo conozco gente que no compran productos catalanes. No es mi caso, aunque sí hubo una época en la que lo defendía; de hecho acabo de comprarme una bici vasca. El otro día estaba con unas conocidas que decían que no compraban tal marca porque era catalana, yo intervine y dije que estaban equivocadas, que es una guerra que no conduce más que a la desunión. Sobre el boicot aquí nos deja perplejos. Aquí, pese a saberlo y verlo por TV, alucinamos. A nadie, ni al más radical, he oído nunca decir de hacer boicot a productos españoles. De todas formas, aquí, desde hace años la tendencia es exportar más a Europa que a España.
Sobre lo de la desunión, a millones de nosotros nos gustaría optar por una buena vecindad entre países y hermanos con todo el mundo.
Y lo de la bici vasca,….

Por último , un pueblo que habla dos lenguas , que es bilingüe, es una riqueza, así lo veo yo, y ¡qué envidia! Cuando he estado con catalanes y hablan sin darse cuenta en catalán, luego en castellano, en catalán, y así, lo que yo experimento es un sentimiento de reconocimiento y de valoración por tener esa capacidad de aprendizaje y esa herramienta que le permitirá aprender fácilmente otras lenguas.

Finalmente decir, que probablemente los catalanes os conozcan más que vosotros a ellos y que esta opinión, por rara que os parezca, es bastante más generalizada de lo que se explica.

Un abrazo Emilia.

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