Hola Emilia y compañía,
Es verdad que habría sido muy positivo y necesario el diálogo. Pero ya sabes que el PP no es nada partidario de hacer ningún cambio. Ni en la Constitución, ni en el fondo de liquidez autonómico ni en nada. Pero los tiempos cambian y también en España vive mucha gente a la que le gustaría avanzar más deprisa. Al fin y al cabo, el PP fue votado solamente por un 22% de la población y apoyado por un 17% del total de españoles. No lo olvidemos, estuvo todo muy repartido en las últimas elecciones y costó mucho formar gobierno.
Yo no creo que eso del ministro cantando esa canción debamos verlo como una patochada. Forma parte de este trasfondo fascista y normalizado que comenta Jordi y que permanece en España. No se condenan ni siquiera las agresiones a manifestantes por parte de grupos de ultraderecha, como las que hubo en Valencia el 9 de octubre (me consta que hoy acaba de suceder otra vez en Valencia). De hecho, son incluso alentadas por el gobierno con la boca pequeña. Eso sí es agresividad y constituye un delito de violencia y odio que no se debería permitir. Si estos son el futuro de este país apaga y vámonos. Me marcho, donde sea.
Tienes razón que en Catalunya hay mucha gente que no quiere la independencia, pero con este panorama de fascismo patriótico, represor y encubierto que tanto agrede podéis dar por descontado que cada vez hay más gente que solo piensa en irse, aunque en los medios nacionales se dé todo el procés por muerto y enterrado.
Mi padre, por ejemplo, durante roda su vida ha dicho muchas veces que tenemos problemas más importantes, pero en los últimos meses ha ido cambiando de opinión y ahora votará ERC o directamente a la CUP. Los dos (mi madre también) habían sido siempre de IU y en Catalunya de ICV, pero tantos años de PP dan para mucho, lamentablemente. Y hay miles de casos como ellos. Desde 2008 he conocido muchísimos. No necessàriament el narcisisme en Catalunya o catalanoparlantes.
Ya te digo, creo que el problema es que falte tiempo para juzgar con condnas larguísimas a los que supuestamente atentan contra la unidad nacional (independentistas, jóvenes de Alsasua). Y estos otros (tanto los ultras violentos como el gobierno represor) tengan total impunidad y además, no solo se vean sus actos como algo normal si no que muchos piensen que deberían endurecerse más.