#1648
Jordi Sapés de Lema
Superadministrador

Que en un tema de debate haya juicios de valor es algo imprescindible. De lo que se trata es de disfrutar de la perspectiva de la realidad que tiene el otro porque suele complementar la que tienes tú. Cuando dos discuten, la verdad está en lo que dice el uno, lo que dice el otro y algunos factores más que ni uno ni otro han tenido en cuenta. En cualquier caso, los que estamos en el Trabajo, no nos sentimos atacados porque alguien discrepe de nosotros y es que no nos tomamos esta discrepancia como algo personal.

Conocedor de que Emilia tenía unos amigos que estaban un poco rebotados con Cataluña, le propuse que reflejara sus opiniones en este foro. He de decir que tienen mucha razón en los hechos que denuncian; y no me sabe mal pedir perdón en nombre de mi pueblo en tanto que fueron tratados con soberbia y desprecio por algunos que se creyeron superiores por el hecho de ser catalanes. Claro que aparte de la cuestión nacional, aquí se plantea la típica relación de opresión de los inmigrantes, tanto por la burguesía como por las clases menos favorecidas del territorio que contemplan a los recién llegados como una amenaza. Pero esto no es privativo de Cataluña: actualmente lo están sufriendo en todo el Estado los que han venido de África, de Sudamérica y del este de la propia Europa.

Dejo a los compañeros que se dedican a la educación la respuesta al manifiesto del Sr. Jiménez Losantos en relación con la inmersión lingüística. Sólo decir aquí que los peligros que profetiza, afortunadamente, no se han cumplido. Y también que olvida por completo el hecho de que la lengua catalana estaba en peligro y había que reforzarla.

En cambio me parece interesante prestar atención al encono que reviste en Bélgica el enfrentamiento entre valones y flamencos; fenómeno que también he vivido muy cerca y es exactamente como cuenta Emilia. A mi entender, sería mucho mejor que el estado belga se dividiera en dos: Flandes y Valonia. De esta manera, cada uno podría ser lo que es sin necesidad de afirmarse en contra del otro.

El progreso en la sociedad pasa primero por la democracia: que seamos todos iguales, para continuar, en un nivel superior, atendiendo al hecho de que cada uno de nosotros es diferente. Eso vale para las personas y para los pueblos; y reconocerlo enriquece al colectivo; igual que nos enriquecemos con este debate.

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