#2378
Carlos
Superadministrador

Me resulta raro escribir aquí porque no estoy acostumbrado.

Hago un llamamiento a todos, para que participen y escriban algo en este medio.

Curiosamente supe de este artículo que nos propones, Leire, a través de Irene Rodríguez (Benicarló) a la que saludo desde aquí. Fue para mí tal golpe esta reflexión sobre la muerte, que tuve que leerlo en dos veces, y tragar saliva de vez en cuando.
Como todos sabéis, soy médico y tengo 2 residentes a mi cargo A todos ellos les digo que tienen que trabajar personalmente el tema de la muerte. Me ponen cara como de parecerles algo normal, como de póker. Pero porque no se atreven a decirme lo que les mueve por dentro. Es fundamental para los sanitarios, hacer un trabajo personal (espiritual en el fondo) sobre la muerte. A los pocos meses de hablar sobre esto, a uno de los residentes se le murió la madre. Estaba ya enferma, pero no esperaba que fuera tan pronto (nunca la muerte llega cuando queremos). Por ese motivo no le pude mandar el artículo, no me atreví. Pero a la que cursa el segundo año de residencia, lo primero que hice fue enviárselo. Hace ya 9 días de eso y me ha reconocido que todavía no lo ha leído. Quiero decir que el tema es muy importante y hay que reconocer en él toda la dificultad que tiene. Para todos, seamos sanitarios o no.

Por otro lado la profundidad de ese médico, su naturalidad y la cercanía que transmite, me hizo ver que está despierto, y demuestra que las situaciones límites nos hacen crecer, si permitimos a nuestra conciencia que haga ese aprendizaje. Me gustó mucho y me parece que le voy a tener de referencia. De hecho lleva una comisión en la sociedad de cuidados paliativos sobre espiritualidad. No le conocía. Gracias, Leire.

Es difícil, pero es necesario. Además, es un camino que todos vamos a recorrer.

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