14 de abril de 2014 a las 23:45
#1814
Jordi Calm
Participante
En el Sermón que Jordi destaca más arriba, si cambiamos el celo apostólico por el celo hacia nuestra realidad esencial, y la Iglesia por el Trabajo, este sermón del papa adquiere unos tintes que pueden ser bastante reveladores, ya que nos plantea, sin remilgos, las siguientes cuestiones ¿hasta qué punto no somos perezosos hacia nuestra realidad esencial?, ¿hasta qué punto no la ocultamos en nuestra existencia, no sea que nos reprendan, o que moleste? y, por otra parte, también importante: ¿hasta qué punto no nos cobijamos en el Trabajo, como estos cristianos lo hacen en la Iglesia, para tener una coartada moral, además con una pátina espiritualmente muy brillante, en la que sostener nuestra pereza esencial?