#1822
Jordi Sapés de Lema
Superadministrador

Palabras del Papa sobre la escuela:

La escuela es un lugar de encuentro. Porque todos nosotros estamos en camino, siguiendo un proceso; la escuela no es un parking, es un lugar de encuentro en el camino. Un lugar de encuentro. Se encuentran los compañeros; se encuentran los profesores, se encuentra el personal asistente. Los padres encuentran a los profesores; el director encuentra a las familias, etcétera. Es un lugar de encuentro. Y nosotros necesitamos esta cultura del encuentro, para encontrarnos, para conocernos, para amarnos, para caminar juntos. Y esto es fundamental en la edad del crecimiento, como complemento a la familia. La familia es el primer núcleo de relaciones: la relación con el padre y la madre y los hermanos es la base, y nos acompaña siempre en la vida. Pero en la escuela nosotros «socializamos»: encontramos personas diversas de nosotros, diversas por edad, por cultura, por origen, por capacidades diferentes… La escuela es la primera sociedad que integra la familia. ¡La familia y la escuela no deben contraponerse nunca! Son complementarias, y por tanto es importante que colaboren en el respeto mutuo. Y las familias de los chicos de una clase pueden hacer mucho juntas entre sí y con los maestros. Esto hace pensar en un proverbio africano muy bello: «Para educar un hijo hace falta una aldea». Para educar a un chico hace falta mucha gente, familia, escuela, profesores, todos, personal asistente, profesores, todos.

Y después, amo la escuela porque nos educa a lo que es verdadero, bueno y bello. Van juntos los tres, ¿eh? La educación no puede ser neutra. O es positiva o es negativa; o enriquece o empobrece; o hace crecer a la persona o la deprime, incluso puede corromperla. Siempre es más bella una derrota limpia que una victoria sucia. Recordadlo. La misión de la escuela es la de desarrollar el sentido de lo verdadero, el sentido de lo bueno y el sentido de lo bello. Y esto tiene lugar a través de un camino rico, hecho de muchos «ingredientes». ¡Por eso hay tantas disciplinas! Porque el desarrollo es fruto de diversos elementos que actúan juntos y estimulan la inteligencia, la conciencia, la afectividad, el cuerpo, etc. De este modo cultivamos en nosotros lo verdadero, lo bueno y lo bello; y aprendemos que estas tres dimensiones nunca están separadas, sino siempre entrelazadas. Si una cosa es verdadera, es buena y es bella; si es bella, es buena y es verdadera; y si es buena, es verdadera y es bella. Y juntos estos elementos nos hacen crecer y nos ayudan a amar la vida, también cuando estamos mal, también en medio de los problemas. ¡La verdadera educación nos hace amar la vida y nos abre a la plenitud de la vida!

Y finalmente quisiera decir que en la escuela no sólo aprendemos conocimientos, contenidos, sino que también aprendemos costumbres, y también valores. Las tres juntas. Se educa para conocer las cosas, es decir, tantos contenidos importantes, para tener ciertas costumbres, y también para asumir valores. Y esto es muy importante. Os deseo a todos vosotros, padres, profesores, personas que trabajáis en la escuela, estudiantes, os deseo un buen camino juntos, un camino que haga crecer, que haga crecer los tres idiomas que una persona madura debe saber hablar: la lengua de la mente, la lengua del corazón y la lengua de las manos, pero armoniosamente, es decir, pensar bien lo que sientes y lo que haces, sentir bien lo que piensas y lo que haces, y hacer bien lo que piensas y lo que sientes. Las tres lenguas, armoniosamente.

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