#1817
Jordi Sapés de Lema
Superadministrador

El artículo del periódico de izquierdas dice alborozado que hay cientos de miles de personas que se han puesto en pie, definitivamente, para acabar con todo esto. El de derechas los comprende, por supuesto, pero considera utópico e inconveniente que se deje de pagar la deuda. Una deuda que va creciendo y que, como decía Franco, nos va a dejar “atados y bien atados”. Cómo máximo vamos a poder respirar un poco si desciende el tipo de interés al que la tenemos que pagar pero, a la mínima de cambio, sobre todo si hay demasiado follón y el capital se asusta, este tipo: la famosa prima de riesgo, volverá a subir y tendremos que recortar más en enseñanza y sanidad. Así que a callar y a destinar los impuestos que pagamos a remunerar este capital que nos garantiza que la economía no se hunda de un modo definitivo.
La verdad es que yo no veo otra alternativa a esta situación: que se hunda de una vez por todas. Cada vez nos amenazan con más catástrofes; como si no fuera una catástrofe suficiente el hecho de tener 5 millos de parados. ¿Todavía estamos viviendo por encima de nuestras posibilidades con 5 millones de parados? ¿Cómo viviríamos pues si estos 5 millones estuvieran trabajando? ¿Y quién les tiene que dar trabajo?, ¿los que invierten en deuda? ¿Para qué montar empresas y dar trabajo a la gente si se puede invertir en deuda pública y cobrar los intereses sin riesgo alguno?
Mientras quede estado del bienestar por desmontar, ¿para qué preocuparnos?: todavía podemos cerrar más escuelas y hospitales; y si los ancianos se mueren, todo eso que nos ahorraremos en pensiones.
Ahora que se acercan las elecciones europeas van a aflorar casos de corrupción como las setas, de tal manera que todos los partidos queden embarrados por un igual. ¿Para qué dejar de votar al PP si los demás también son unos ladrones? Si asumimos que haya más del 50 por ciento de jóvenes sin trabajo, ¿por qué no vamos a asumir también la corrupción?
Perdonadme que hagas tantas preguntas en vez de dar soluciones, pero es que con este sopor colectivo no hay solución posible.

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