#2086
Marga
Superadministrador

Hace días que vi la película y me quedé impresionada por la fuerza que transmiten, las palabras y los actos de Hannah Arendt; desde el principio hasta el final, es intensa y reveladora. En cuanto terminé de verla, me metí en internet para leer la biografía de ésta filósofa o como algunos han dicho de ella: “la pensadora que iluminó el mundo” y denunció, con sus obras, las ideologías totalitarias y el nacionalismo exacerbado.

Tiene varias escenas que, desde mi punto de vista, son claves para entender los artículos que escribió acerca del juicio al líder nazi Adolf Eichmann.

En una de ellas, Hanna le dice a su amiga que no hay ni una sola crítica que hable realmente sobre lo que ella escribió y además, la mitad de las personas que le atacan no se habían leído el libro.

También mencionar la parte final de la película, cuando le piden que renuncie a su puesto docente, y ella se niega alegando que estaba teniendo un extraordinario apoyo entre sus alumnos, y por eso, había decidido hablar públicamente sobre las reacciones negativas que habían suscitado sus artículos, sobre todo entre los judíos. Hanna dice delante de alumnos y profesores:

[i]-Cuando el New Yorker me encargo que cubriera la información del juicio de Adolf Eichmann, yo supuse que el tribunal tenía un solo objetivo, cumplir las exigencias de la justicia.

Según decía Eichmann en el juicio, él nunca había llegado a hacer nada por iniciativa propia, jamás había tenido intenciones de ningún tipo, ni buenas ni malas, que él solo había cumplido órdenes.

Este argumento habitual de los nacis, demuestra claramente que el mal más grande del mundo puede ser cometido por cualquiera, y que para hacerlo no es necesario tener ningún motivo o fuertes convicciones o corazones crueles o intenciones malévolas, basta simplemente con negarse a ser persona y por eso a este fenómeno he querido llamarle “La banalidad del mal”[/i]

Uno de los profesores le dice:
-Srta. Arendt, está olvidando lo más importante de la polémica, que habrían muerto menos judíos si sus líderes no hubiesen cooperado con los nazis.

Hanna contesta:
-Esta cuestión que se llegó a plantear en el juicio, me obligo a concretar el papel de los líderes judíos que participaron directamente en las actividades de Eichmann.

Profesor:
-Usted culpa al pueblo judío de su propia exterminación.

Hannah:
[i]-Yo nunca he echado la culpa al pueblo judío… era imposible resistirse; pero tal vez… exista algo, algo que este… entre la resistencia y la colaboración; y sólo en ese sentido estoy diciendo que quizá alguno de los líderes judíos podían haber actuado de otra manera… es, importantísimo, plantearse todas estas cuestiones, porque el papel que los consejos judíos tuvieron en su mayoría como parte del sistema social, fue de absoluta quiebra moral cuando los nazis invadieron sin contemplación a la respetable Europa; y no solo en Alemania sino en casi todos países, no solo, actuaron mal los verdugos también alguna de las víctimas.

-Como ustedes ya saben, yo soy judía, muchos me han atacado odiar a los míos o defender a los nazis, o simplemente despreciarles…, y ese no es ningún argumento,… ¡asesinato moral es su nombre!…. Yo nunca he defendido a Eichmann, tan solo he querido reconciliar la increíble mediocridad del hombre con las terribles consecuencias. Intentar comprender no significa perdonar… así que toda mi responsabilidad es comprender y será también la de cualquiera que desee escribir o estudiar sobre este u otro tema… desde Sócrates y Platón entendemos que el pensamiento es algo así como el dialogo silencioso que el alma tiene consigo misma. Al negarse a ser una persona Eichmann pasó a ser su propia víctima renunciando sin saberlo a una de sus grandes facultades, la capacidad de pensar, y como consecuencia, cuando dejo de pensar dejo de discernir, fue la incapacidad de pensar la que hizo posible que muchos hombres digamos normales y corrientes cometiesen actos de barbarie a una escala enorme, actos que nunca antes se habían visto… Es cierto, he tratado estos temas desde una perspectiva principalmente filosófica… la esencia del pensamiento, del pensamiento al que me refiero, no es la del conocimiento, es la que distingue entre el mal o el bien… lo que yo busco es que, el pensar, de fuerza a las personas para que puedan evitar los desastres, en aquellos momentos en los que todo parece perdido… Gracias.[/i]

Yo entiendo que Hannah se encontraba en un nivel superior de conciencia; despierta, podía ver, investigar y reflexionar, dando una respuesta consciente ante lo que se le presentaba, aunque ello supusiera recibir innumerables críticas por parte de su propio pueblo y de aquellas personas a las que consideraba sus amigos; gente dormida… que no eran capaces de ver la realidad desde una perspectiva completa. Sus acciones no le dejan residuo, salen del fondo, hasta el punto en el que su amiga Mary le pregunta si no había pensado en las reacciones que iba a provocar sus artículos y Hannah, con toda la naturalidad del mundo, le responde que no.

Ella decía que el mal puede ser obra de la gente común, de las personas que renuncian a pensar y se dejan arrastrar por el sistema, sin cuestionarse si lo que hacen está bien o mal; y por desgracia, eso también es válido para los tiempos que vivimos.

Este episodio de la vida de Hannah me recuerda a lo que ocurrió con el mensaje de Jesús; su propio pueblo, no le entendió. Ella no estaba defendiendo a Eichmann, pero tuvo claro como periodista que los valores de la profesión debían ser “la honradez, la objetividad y el rigor de la investigación”.

Muchas gracias, Isabel por elegir una película que llega me ha llegado hasta el corazón.

Scroll al inicio