#1812
Jordi Sapés de Lema
Superadministrador

Esta película me recuerda aquella pregunta que a veces nos hacemos: ¿Estaríamos dispuestos a realizarnos a condición de olvidarnos por completo de quienes somos e incluso de que teníamos este propósito?
Gurdjieff explica la anécdota de una persona muy importante que al despertar a su yo real sólo tenía claro que le gustaba mucho el chocolate; y no sabía qué opinar acerca de las cuestiones política y sociales a las que se dedicaba profesionalmente. Esta es la pregunta que nos podemos hacer viendo la película: ¿en qué nos apoyamos en nuestra vida diaria?, ¿cuántas cosas resistirían una posible pérdida de la memoria? Porque la realidad no precisa ser recordada: siempre está ahí.
Maria le encuentra mérito a la esposa; pero la hija debía ser adoptada y además recientemente porque, a su edad, no se le había pegado nada.

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