#1829
Jordi Sapés de Lema
Superadministrador

Igual merece la pena observar cuántos balazos llevamos registrados en esta existencia. Si sustituimos balazos por trompazos: unos cuantos. Y cuando te repones del trompazo sueles estar más maduro.
El trompazo siempre es inesperado y consiste en algo imprevisto que nuestras ideas habituales son incapaces de integrar. A veces no lo advertimos enseguida, una vez recuperados del sopapo intentamos seguir como si no hubiera pasado nada, pero sí que ha pasado; ha pasado que la experiencia real nos impide ver el mundo con determinados presupuestos. Las cosas no son como pensábamos.

Tened presente que el personaje no proviene de la experiencia sino de unas instrucciones: era lo que teníamos que hacer para ser bien vistos. Y a veces, cuando uno ha perdido la imagen y la compostura ya no le importa cómo le van a ver.

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