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En referencia a la participación social y política que hemos trabajado en los temas ofrecidos en Oseira tanto en Julio como en Agosto comparto con vosotros el texto de un amigo personal, Esteban Tabares. Su compromiso personal a favor de todos aquellos que no cuentan en la sociedad, los excluidos de toda clase y condición lo hace vivir una espiritualidad comprometida y activa. Cincuenta años como cura obrero al lado de los jornaleros del campo, codo a codo, incluso emigrando como uno más a la vendimia francesa para ganarse la vida y poder comer, no aceptando «el sueldo» que por ser cura le correspondía de su diócesis de Sevilla. Más tarde cura casado y comprometido con la realidad de la migración subsahariana en tierras andaluzas funda con un grupo en 1.985 la primera asociación de ayuda y promoción del inmigrante en España, Sevilla Acoge, que cristalizará en cientos de asociaciones bajo denominaciones regionales por todo nuestro territorio. Su lema toda una declaración de intenciones: unir sin confundir, distinguir sin separar. Dedicado en esta asociación a la formación de los trabajadores y de diferentes comunidades cristianas de base que, cansadas de una espiritualidad hipnótica, pretenden enraizarse en la realidad desde una vivencia experiencial de un Jesús que no sólo vive dentro de nosotros sino en comunión con todo lo existente. Este documento que os adjunto es un encargo de estas comunidades sobre una pregunta que Jordi también nos lanza como reto en este retiro. ¿Hay que participar política y socialmente? ¿De qué nos sirve el crecimiento espiritual personal si no aterriza a la realidad de una sociedad que se desmorona a falta de profetas que se arremaguen y se pringuen? El documento está en una óptica cristiana, pero no desmerece el contenido, porque atisbamos aquí un cristianismo de un cariz muy diferente al que estamos habituados, un cristianismo que es compromiso y no es excluyente, sino una forma de vivir comprometida que aúne a todos aquellos para los que romper estructuras no es una utopía irrealizable sino una esperanza transformadora. Espero que os guste tanto como a mí.
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