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    Javi
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    Seguramente ya tendréis noticia del artículo de Juan María de la Torre publicado en la web. No obstante, quería recordarlo porque me parece muy conveniente su lectura. Desde luego, la belleza y calidad de todos los artículos que se escriben honran la labor de ADCA.

    La Belleza y la Mente

    Precisamente, este verano, me di cuenta de que nunca me ocupé en conocer un poco a nuestros anfitriones: los mojes. Para subsanar, al menos en parte, tamaña desconsideración, inicié la lectura de una de las obras nucleares de Merton y leí algún artículo relacionado. Os dejo el libro en PDF, por si os interesa:

    Diría que los monjes del Císter sostienen que no está en la naturaleza de la vida ordinaria la capacidad de proveernos de un camino de perfección, de realización. Dice Juan María: “Controlar la mente; mantenerla en sosiego es simplificarla, lo cual supone un paciente combate en rechazo y despojo de todo elemento dispersante y superficial, incluidos los mismo razonamientos”. En este sentido, no valdría la pena “perder el tiempo” en alcanzar metas en un mundo exterior que se presenta plagado de elementos que, inexorablemente, se corromperán (difieren de la práctica de Blay, en la que lo exterior se constituye como un campo perfecto para el desarrollo).

    Así pues, el camino hacia Dios es el silencio contemplativo. El desierto de Merton. Una suerte de lugar al que se debe entrar sin la expectativa de ningún tipo de refrigerio, consuelo, o felicidad, venciendo el miedo “a no ser nada”. Un territorio aparentemente vacuo, donde mora la Belleza, centro numinoso que no puede ser dañado por las impericias de la materia. Es realmente la mayor aventura, la más valiente, que puede emprender el hombre.

    Reconozco que el silencio aparece ante mí como una larga escalera en la que estoy intentando poner el pie en el primer escalón. Intuyo muchísimo más. Algunos días, después de intentar penetrarlo, son como el día que sigue a un estado febril o de enfermedad, cuando ya te encuentras bien, y parece que todo está en su sitio, brilla más, huele más, sabe más, y hasta los gritos del vecino, te parecen maravillosos.

    #2474
    Javi
    Participante

    Creo que en este enlace lo podréis bajar mejor si os interesa:

    La montaña de los siete círculos

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