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  • #2524
    laura
    Participante

    =14.0ptQuiero compartir con vosotros este texto escrito por Monseñor Jean de Saint-Denis, del que no he podido encontrar más información en internet. Me ha parecido muy certero e incluso de alguna manera creo que moviliza algo profundo. Que lo disfrutéis;

    El primer fruto de la oración es, según Isaac el Sirio, el amor a Dios. El que ora ardientemente eleva su espíritu, alcanza la contemplación, y en la contemplación nace el deseo de amar a Dios. El amor de Dios se adquiere por la oración, y la oración otorga los motivos para amar a Dios, pues amar a Dios es casi imposible. ¡Seamos sinceros! Sin el don de la gracia no veríamos por qué amar a Dios. Nuestro destino es difícil, a menudo desagradable, y si es agradable no nos sentimos satisfechos, pues la insatisfacción es lo habitual de nuestra naturaleza. ¿No deberíamos entonces estar más bien irritados contra esta Providencia a la que estamos llamados a invocar?=14.0ptLa raíz del ateísmo es a menudo la rebelión del hombre contra la injusticia. No tratamos de resolver el problema de la justicia en sí –qué es la justicia–. Nos lanzamos en el angustioso dilema de la bondad divina, y de la injusticia aparente de la creación y, no pudiendo quedarnos en la lucha entre estos dos polos, preferimos votar por la ausencia de justicia antes que decir: Yo no comprendo quizás la bondad de Dios, ni la verdadera justicia.=14.0ptEl Cristo sabía que este problema se plantearía a la humanidad, y nos previno: “Que vuestra luz brille delante de los hombres para que, viendo vuestras buenas obras, glorifiquen al Padre de los cielos” (Mateo 5,16), es decir, que reconozcan en Dios la paternidad. La mayoría de los hombres tienen necesidad de la bondad de los discípulos para discernir la bondad inefable del Maestro. Si la imagen es buena –piensan– la Proto-Imagen lo será aún más. La compasión de un cristiano hace aceptar la misericordia del Dios de los cristianos. No nos engañemos, Dios no es accesible sino a través de la experiencia interior.=14.0ptPor eso la oración es el único medio susceptible de suministrar a nuestro corazón los motivos para amar a Dios. No hablo de los seres en quienes la oración surge espontáneamente; me dirijo a quienes no poseen ese don, y para quienes la técnica de la oración es necesaria. Aún los que aman sin esfuerzo están sometidos a variaciones.=14.0pt¿De qué manera la oración hará surgir el deseo de amar? Porque ella es la fuente del conocimiento de los “planos múltiples e inmateriales” (San Isaac), y el conocimiento que otorga respuesta a nuestros problemas tiene como condición la oración. La visión más grande de la Gloria Divina, la Transfiguración, vino por la noche, en medio de una larga oración

    #2525
    Isabel
    Participante

    Muchas gracias Laura por compartir este texto.Verdaderamente es muy profunda la afirmación y argumentación de que a través de la oración, la contemplación, podemos alcanzar el don  de amar a Dios.Para nosotros que estamos en el Trabajo, sabemos que, ciertamente, se trata de un don experimentar este Amor hacia Dios. No que Dios nos ame. Porque está claro que Él ya nos ama. Solo tenemos que mirar y vernos a nosotros y a toda la creación.

    #2526
    Jordi Sapés de Lema
    Superadministrador

    Es un monje ortodoxo, de nombre Evgraf Evgrafovich Kovalevsky, nacido en San Petersburgo en 1925, consagrado obispo de la Iglesia Ortodoxa de Francia, fallecido en 1970 y canonizado en 2008 por dicha Iglesia. Está claro que se aproxima a lo Superior contemplando la protesta que mira el mundo con un sentimiento de injusticia e incomprensión que nada tiene que agradecer a un supuesto Dios responsable de esta situación. Nos invita en cierto modo a redimir este Dios que la sociedad actual rechaza haciéndolo brillar en nuestra conducta personal, para llamar a nuestro entorno a redescubrir el espíritu en su propio fondo. Si esto requiere esfuerzo, la ayuda de lo Superior es indispensable para no desfallecer. Pero la oración se produce, y la ayuda se recibe, en el mismo esfuerzo.     

    #2527
    laura
    Participante

    Gracias por tu comentario Isabel, y por la bella reflexión de que es ese amor que se desprende hacia Dios el que verdaderamente ensancha y yo diría que purifica nuestra mente y corazón; nos aclara, nos hace transparentes y cada vez más dispuestos a ser conscientes de esa realidad mayúscula.
    En la parte del texto que dice…seamos sinceros! porqué voy a amar yo a Dios! veo lo primero sinceridad, porque creo que es un paso indispensable dar respuesta a esta cuestión.
    En los últimos tiempos he indagado un poco acerca de lo que se entiende por oración, y cómo es que se hace bien la oración y he encontrado que muchos han investigado sobre esto mismo como medio de aproximación a esta presencia de Dios. Habría mucho que escribir sobre este asunto, pero la cuestión es que si tiras del hilo parece que todo se va simplificando, hasta descubrir que orar es mantener la atención en esta demanda que se tiene. Algunos lo han hecho de manera verbal, llamando al Cristo, en una repetición constante y otros de manera contemplativa abriendose a ésta presencia. Esto para mi es orar; atender a ésta demanda en lo concreto de nuestras vidas.
    Y gracias Jordi por descubrir quién es este señor ruso, que verdaderamente sigue siendo todo un misterio, yo sigo sin encontrar nada de él.

    #2528
    laura
    Participante

    [b]En mis pesquisas por conocer más acerca de la oración he encontrado este artículo.
    El autor tiene libros gratamente sorprendentes, no digo nada más por si queréis investigar.
    El texto habla acerca de la oración, y una vez más nos impulsa a sostener la atención en esta presencia de Dios. Como vemos es una percepción que siempre surge del fondo de la persona, aunque el punto de arranque pueda ser lo externo.
    Espero que os guste y motive.[/b]

    LA ORACIÓN CONTEMPLATIVA- artículo de Roberto Pla en la revista Viveka=14.0pt =14.0ptLa oración contemplativa es vía iluminativa y unitiva en una sola, pues es camino que lleva a la unión con Dios que el alma descubre en =14.0ptsi misma. Se ha dicho que la meditación se hace con el corazón hasta que está limpio y adquiere transparencia para ver, y que la contemplación la hace Dios en el alma=14.0pt. De ahí que la noche de la contemplación es pasiva, y es de noche aún oscura, cuando aparece el sentimiento de la presencia de Dios en el alma; después, con las luces que al alma le llegan del fondo de sí misma, la noche da paso a un claror por el cual la intuición primera de la presencia se afianza en certidumbre y adquiere universalidad. San Agustín, que buscaba a Dios en todas partes, lo encontró al fin dentro de sí mismo, cuando él, que estaba fuera, lo buscaba fuera=14.0pt; pero hay también el camino inverso y la presencia puede ser descubierta primero como Espíritu de Dios fuera del alma, y así es como Fray Lorenzo, un sencillo lego descalzo, encontró en lo desnudo de hojas que estaba un árbol y en las flores, hojas y frutos que daría luego, la primera noción de la sagrada presencia: después como le ocurriera a San Agustín, se incendió en él un amor que le enviaba Dios desde dentro del alma y que ya no habría de abandonarle=14.0pt. Por su parte, Santa Teresa, tuvo una intuición completa, objetiva y subjetiva a la vez de la presencia, pues comprendió que, si Dios está en los cielos, tal como se dice en el Paternoster, es porque el cielo siempre está donde está Dios, pues ese es su Reino, y decía que el alma no está hueca, sino que siempre hay un huésped en el cielo pequeño de nuestra alma=14.0pt. Con esto se explica que la oración contemplativa consiste en una memoria permanente de Dios, merced a la cual empieza a fluir la luz como un rio incesante, desde Dios al alma=14.0pt. Este fluir ha sido interpretado como la simple mirada de Dios=14.0pt. en el sentido de mirada de simplicidad, o mejor aún, simplificativa  pues tiende a convertir el corazón en solo amor. Después, cuando el corazón entiende que Dios es Todo en todo recibe a Dios con tan gran amor que nada queda al fin en el corazón que no sea Él=14.0pt. Santa Teresa nominó a esta práctica de simplicidad, oración de recogimiento, pues para contemplar por entero, dijo, recoge el alma todas las potencias v se entra dentro de sí con su Dios=14.0pt.=14.0pt

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