El significado de la Navidad es una frase que cada año, en el mes de diciembre, vuelve a nuestras mentes. Una multitud de impactos dictaminan como tenemos que comportarnos durante estos días, y pobre de aquel que no entre en el círculo vertiginoso de comidas, cenas y regalos, pues a priori le tacharán de bicho raro y tendrá que buscar justificaciones variadas para que le dejen vivir de un modo tranquilo estos días tan señalados.
La televisión está llena de anuncios que nos dan una imagen de cómo es bueno vivir la Navidad, también tenemos un montón de películas de contenido navideño que nos ofrecen la imagen de una familia unida que termina por resolver sus conflictos en ésta época invernal, a base de comida superabundante, regalos y muchas luces.
¿Qué nos han enseñado de esta época? ¿Qué hemos recibido de las personas que nos educaron que significa la Navidad? ¿Qué transmitimos ahora nosotros a nuestros hijos, o sobrinos? ¿Y qué costumbres hemos adquirido como normales en esta época del año?
Ojalá me hubieran enseñado a reflexionar sobre lo que esta época del año está representando.
Una de las cosas que más me gustan del Monasterio de Oseria es que, de la mano de Juan María de la Torre, aprendemos a mirar ciertos acontecimientos de una manera profunda. Desde una verdadera comprensión de ciertos hechos exteriores podemos conectar con ellos, y descubrir en nuestro interior que lo que se transforma fuera, nos está señalando una realidad que también se expresa en nuestro interior, y de la que necesitamos ser conscientes. Además de que comprender realmente estos sucesos produce una limpieza de nuestro inconsciente en lo que a contenidos religiosos se refiere. Porque parece que hablar de Cristo o de Jesús es cosa de santurrones y beatas y la verdad es que hablar de Cristo es hablar de nuestra naturaleza más profunda, de la guía de luz que nos acompaña en nuestra vida y que no puede ser apagada por ningún acontecimiento.
Si investigamos un poco acerca del origen de estas fiestas, veremos que lo que conmemoran es al Héroe del mito solar. Desde tiempos muy remotos y en diferentes culturas hay un mismo concepto que se quiere señalar: el nacimiento de la luz, que en la época de mayor oscuridad del año (el solsticio de invierno se da en el día más corto y la noche más larga) viene a salvar el mundo. En nuestra civilización y cultura cristiana le llamamos el Cristo Universal, a un Hombre que simboliza la vida de Dios dentro del Hombre, y que representa una verdad fundamental, un Hombre que intentó mostrar a la humanidad que su verdadero propósito era descubrir esta luz que habita en todo hombre.
Claro que son unas fiestas para estar contentos, pero no porque los reyes magos nos vayan a traer el perfume de channel, o porque tenemos días libres en el trabajo (benditos días), sino porque quien descubre esta luz dentro de sí y la expone en el mundo tiene asegurada la felicidad que produce reposar sobre el Amor que nos sostiene.
Gracias Laura por tus reflexiones acerca de la Navidad. Como bien dices siempre nos han mostrado como vivir estas fiestas, que debemos hacer, comprar, comer o regalar para vivir esa plenitud y felicidad que ansias. En el Trabajo con Jordi, se descubre que no sólo se da en esta época , es un las tres, ese mecanismo aprendido ( el personaje) como sabemos los que hacemos elntrabjo. Por eso es importante trasladar todo lo aprendido e incorporado en nuestro día a día en el entorno más cercano, expresar otra forma de ver y hacer. Creo que hay muchas personas que se suben a ese carro de compras y festejos para llenar un vacío que no saben cómo hacerlo en busca de la plenitud y felicidad Tann ansiada y el bombardeo publicitario también ayuda. De nuevo gracias y a seguir difundiendo otra visión de la vida.