Un concepto clave en la vida espiritual

Todos nuestros mecanismos, todos nuestros contenidos psicológicos, ideas, sentimientos, están siempre basados en estructuras contingentes, transitorias: deseamos tener un cargo, ganar dinero, vivir en un sitio determinado…etcétera; deseamos una serie de cosas, las cuales, todas, por su propia naturaleza, son transitorias, están destinadas a transformarse y a desaparecer.

Por lo tanto no podemos basar nuestra seguridad profunda sobre estos valores. No podemos confiar exclusivamente en estos valores para afirmar nuestro ser (aunque es lo que hacemos), porque estos valores a la larga todos fallan, todos, incluidas las relaciones familiares, a causa de una ley inapelable: la que determina que todo lo que ha tenido un nacimiento tendrá una muerte, todo lo que tiene un principio debe tener un fin.

Si nosotros aspiramos a vivir algo profundo que nos aporte una auténtica seguridad, permanente, inalterable, que no esté a merced de vaivenes de ninguna clase, hemos de buscar algo que no nazca y que no muera.

La vida espiritual es eso, es el nacimiento a esta dimensión perenne, es un descubrir y empezar a vivir una realidad que de por sí es siempre real, está siempre presente y no falla nunca. Y esto se convertirá en un punto de apoyo extraordinario para toda persona que quiera vivir con solidez  interior, que no quiera dejarse engañar por los fuegos fatuos de la ilusión de un momento, de las pequeñas ambiciones que el ego persigue.

 

Fragmento del libro «El trabajo interior» de Antonio Blay, 1993, Editorial Indigo.

 

4 comentarios en “Un concepto clave en la vida espiritual”

  1. Con la lectura de estas palabras de Blay, cobra si cabe, más relevancia el urgente contacto con esa parte de nosotros a la que llamamos Yo y que está presente en todos los acontecimientos de la vida de manera inalterable e inmodificable, más allá de nuestras alegrías o tristezas, de nuestras desesperanzas o ilusiones. Gracias Rosa.

  2. Atención a lo sutil, decía A. Blay.
    ¡Pues es lo sutil lo que engendra lo denso y no al revés!
    Fijémonos que en el estado dormido «lo esencial» tiene poca consistencia, porque unas veces se atiende a unas cosas y otras veces a otras distintas. Sean relaciones u objetos materiales.
    En este sentido, creo que aquellas virtudes y valores que cuestan de mantener (lo sutil), tienen mucho que ver con la Realidad esencial.

  3. Este es un fragmento especialmente idóneo para vigilias del Retiro de Oseira de este curso. A remarcar que a vida espiritual empieza cundo se experimenta lo trascendente.

  4. Fantástico artículo Rosa. Cuatro párrafos claros como el agua en los que no sobra ni falta nada. Sin embargo brilla como nunca la necesidad de hacer el Trabajo Espiritual: la maravilla de experimentar lo verdadero y auténtico, la única manera de salir del drama al que nos tiene sujetos el personaje y nuestra mente pequeña.

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