Dificultades para superar la mecanicidad

El reparto de escaños resultante de las últimas elecciones, tanto las catalanas como las españolas, nos coloca ante una situación muy interesante en tanto que rompe la mecanicidad.En las catalanas ganan los que son explícitamente independentistas en escaños pero no en votos; sin embargo, la naturaleza política tan dispar de las dos fuerzas independentistas que suman mayoría en el parlamento catalán impide alcanzar un acuerdo que permita formar gobierno.  

Y lo mismo sucede en el parlamento español, fragmentado de tal manera que impide alcanzar acuerdos estables entre diferentes partidos. En ambos casos el desacuerdo incluye diferencias de planteamientos en políticas sociales y territoriales: cuando están de acuerdo en la política social discrepan en la territorial y viceversa. 

Lo curioso es la respuesta que se produce a esta situación de desequilibrio: en la práctica se intenta negar la realidad y hacer como si no pasara nada: el PP pretende que los partidos “constitucionales” le permitan seguir gobernando y aplicando una política que la mayoría de la población rechaza; y el Sr. Mas pretende que las CUP hagan lo mismo: que le voten como presidente de la Generalitat y le dejen continuar con su hoja de ruta.

Esta petición se basa en dos clases de argumentos aparentemente contrarios: en el ámbito español asegurar la estabilidad que necesitan los mercados y en el catalán seguir con el proceso que ha de conducirnos a la independencia. Estos argumentos parecen ignorarse mutuamente pero, en realidad,  cada uno intenta esconder su flanco débil, que justamente representa la otra parte: la estabilidad económica no sería posible en la España actual si Cataluña consiguiera independizarse; y no hay posible independencia de Cataluña sin una base social mucho más amplia que haga compatible este proceso con la seguridad jurídica y económica de la población.

Paradójicamente, las fuerzas políticas que señalan estos flancos débiles y proponen simplemente que se reconozcan y traten de una forma consciente, son tachadas de inmorales y de irracionales. Inmorales por tener la osadía de cuestionar los sacrosantos valores de la unidad y la prima de riesgo e irracionales por no estar dispuestos a cambiar de opinión las veces que haga falta a cambio de alguna prebenda.

Así que en el ámbito público sucede lo mismo que en el privado: la inercia de lo habitual intenta ahogar todo cambio real calificando de utópico, absurdo y obstaculizador justamente aquello que está señalando el camino. En el ámbito social  el respeto por las personas y los pueblos y en el ámbito personal el respeto por nuestra naturaleza esencial.

No obstante podemos ser optimistas porque, pasado un determinado punto, lo acostumbrado ya no se puede contemplar como solución y las cuestiones que están sin atender ya no van a desaparecer de la escena política o de la conciencia individual. Así que nosotros, que podemos conjugar ambos aspectos de la realidad en tanto que lo superior trasciende lo individual, tenemos la posibilidad de jugar un papel de catalizador en este cambio evolutivo que se ha iniciado.        

 

3 comentarios en “Dificultades para superar la mecanicidad”

  1. Gracias por tu artículo, Jordi. A mi parecer es una reflexión objetiva que aporta luz a lo que vivimos. A partir de ahora, y espero que cada vez sea más así, el diálogo y las concesiones se presumen imprescindibles, con unos resultados que ojalá cada vez más necesiten más consenso y una participación de un mayor nombre de activos. Así que parece positiva la fragmentación de los resultados sin un claro vencedor puesto que permite, como tanto se está hablando últimamente, una solución más transversal que incluya la participación de más sectores representantes de la población. En éste sentido me parece muy positiva la irrupción de nuevos partidos formados por personas que parecen ejercer de políticos como la única solución a injusticias que viven de forma insoportable. Como bien dices lo acostumbrado deja de ser una solución. Más bien es un obstáculo para la misma. Esta omisión de los flancos débiles no puede ocultarse mucho más tiempo ya que facilita el auge de partidos aparentemente reaccionarios que simplemente representan a los que estamos hartos de cortinas de humo que no solucionan los problemas más urgentes.

    Ojalá éste abanico de representantes se traduzca en un mayor interés en la política, causado por nuevas posibilidades de encontrar partidos afines a lo que uno desearía. Internet es una herramienta gracias a la cual tenemos un volumen de información inabarcable. Con las redes sociales cada vez más gente tiene más información sobre lo que acontece. Aún y sin desearlo muchas veces (la viralidad). Los hechos vuelan y el que quiere enterarse de cómo se producen o de los intereses que hay en que se produzcan, se entera antes o después. Lo cual debería llevarnos a todos a la transparencia. Y si no, y también contando con internet como herramienta, me parece inevitable en el futuro una mayor participación de la población en la política más allá de ir a votar un presidente del gobierno cada cuatro años. Que se hagan todas las consultas que sean necesarias, así nadie podrá decir que no se le preguntó si estaba de acuerdo con lo que se hizo.

  2. Pues sí, parece que se avecina un cambio de orden político-social y como en ocasiones se escucha “hay que tener altura de miras políticas”, es decir lejos de las interpretaciones tendenciosas del político de turno es necesario actualizar la capacidad de comprender oportuna para saber entender convenientemente esta nueva situación, sin embargo para ello y sobre todo para ejercer libremente como ese catalizador evolutivo que señala Jordi, creo necesario estar alerta, atento, despierto, porque la mecanicidad cuando se observa acorralada no quiere dar su brazo a torcer y acostumbra a inocular, con más fuerza si cabe, el virus del miedo por doquier y esto hace tiempo que a través de ese poderoso altavoz que son los medios de comunicación se está colando sin ningún pudor en la trastienda de nuestros hogares en forma de; miedo a lo desconocido, miedo a una inestabilidad social, miedo a una desestabilización económica, miedo a perder los derechos adquiridos, miedo a padecer necesidad…

  3. Jordi nos alerta de que, tanto en el ámbito personal como en el social, la inercia al cambio nos impide ver con claridad el camino correcto a seguir, que pasa en cualquier caso por el respeto de las personas y los pueblos en el social, y por el respeto a nuestra naturaleza esencial en el personal. Finaliza diciéndonos que debemos ser optimistas con la situación y nos invita a ser conscientes de nuestro papel de “catalizador en este cambio evolutivo que se ha iniciado”.
    Solo me cabe agradecer esta enseñanza y este aporte de luz a la realidad personal y social que nos llega de la Superioridad a través de Jordi. Y solo repetir lo que ya nos ha dicho en repetidas ocasiones en sus escritos y charlas: que desde el nivel de la Impersonalidad la Realidad se impone y que en este caso, la integran de forma indisoluble la inercia al cambio, con sus miedos correspondientes y los anhelos de que lo nuevo traiga lo mejor; y por supuesto, nuestro papel no puede ser otro que el de servir de instrumento catalizador a que la Superioridad “haga lo que tenga que hacer” a través nuestro, y si acaso solo intentar comprender lo que pasa, que en mi opinión podría ser estar alerta a nuestra “mecanicidad” que produce un freno al cambio y tener claro también que no todo cambio, por el solo hecho de serlo, debe ser lo único deseable, aunque claro desde el nivel Superior de Conciencia todo es “cambio evolutivo” tanto la actitud de apertura como la de cierre; y desde luego lado, siendo menos protagonistas y más testigos (que no pasivos), así debilitaríamos un poquito a ese “personaje” que aparece ahí de fondo.
    Gracias de nuevo, Jordi/Superioridad.

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