El Trabajo de mi vida

Se me ha propuesto que escriba un artículo para la asociación, y lo tengo que titular de alguna manera. He escogido éste título porque es una de las cosas que tengo claras en mi vida: el Trabajo de mi vida es despertar.
No recuerdo cuando empecé a preguntarme sobre el sentido de mi existencia, pero ya antes de empezar con el Trabajo me daba cuenta de que estábamos dormidos, yo me creía semidespierta y me preguntaba el porqué. Me lo preguntaba dormida, pero la pregunta nacía de un lugar profundo de mi que no dejaba espacio a las dudas, de una intuición de que había un estado mucho mejor al que ordinariamente yo vivía, y que a veces, de manera espontánea me había sobrevenido. Aún con esta especie de seguridad de que esto era así continuaba dormida, tenía problemas de entendimiento con mi familia, sobre todo con mi madre (que actualmente es la persona con la mejor me entiendo, y con la que me encuentro absolutamente libre aunque discutamos), con mis relaciones laborales, sobre todo con los grandes jefes, con mi relación de pareja…vamos, lo típico que le pasa a cualquiera cuando está sometido a un montón de presiones inconscientes desconocidas, que le llevan y le traen dando palos de ciego.

Por primera vez, cuando hacía los diarios junto a Jordi Calm pude darme cuenta de la diferencia que había entre pensar en algo y vivirme yo en relación con ese algo, la diferencia que hay entre mirar un territorio, pensarlo, y andar por él estando yo presente. Empecé a comprender verdaderamente la diferencia entre estar dormido y estar despierto, porque aún creo que la mayor de las dificultades, las tengo y las tenemos en que pensamos que estamos despiertos. Este pensamiento para mi es lo más difícil de quitarse de en medio. Y la manera más fácil de eliminarlo es haciendo despertadores, Trabajando incansablemente en esto de ser consciente de mi que me doy cuenta de… y estando en contacto con gente más despierta que yo, este es el sentido de la asociación que ha formado Adca.

Mi vida ha sufrido ciertas transformaciones desde que empecé en el Trabajo, y aunque desde fuera puede parecer que no hay nada extraordinario sí que lo hay. He conseguido dedicarme a algo que siempre me ha gustado, la fitoterapia. Antes trabajaba en una multinacional, en la que de tele operadora pasé poco a poco a encargarme de las acciones nacionales offline (todo lo que tiene que ver con acciones de papel) de un departamento de marketing. Ahora llevo un mandil como uniforme, y atiendo las necesidades de la gente acerca de su salud desde la perspectiva de la medicina natural. Una amiga que conservo del anterior trabajo vive muy cerca del herbolario donde estoy ahora y me dice que cuando me ve a través del cristal en la tienda se da cuenta de que estoy haciendo algo que tiene que ver conmigo muchísimo más de lo que hacía antes. El trato con el público da un campo de Trabajo inmenso para despertar. Ha sido en esta tienda donde realmente me he dado cuenta del estado de desconexión en el que están la mayoría de las personas, incluidas las que piensan que tienen un cierto conocimiento de terapias y demás. Mi relación con mi jefa es bastante buena, sabe que tengo una gran implicación con lo que hago, pero a la vez le pongo límites a lo que considero que sobrepasa mi trabajo allí, y aunque no estamos de acuerdo en muchas cosas y tengo mis conflictos con ella, los intento aclarar y no dejar pendientes. Al principio de estar allí me dijo que le gustaba y le sorprendía la manera que tenía de escuchar “de verdad” a la gente. Yo sé que me lo decía porque lo que hago es intentar estar despierta. Doy fe de que todo el mundo agradece esto, así que contemplo que no es un hábito común.

De vez en cuando me hago un retiro yo sola a un monasterio, por lo menos una vez al año lo hago, desde que por las indicaciones incansables de Jordi fui a Oseira por primera vez. Allí, después de soltar lo que no soy capaz de darme cuenta que contengo, el buen ánimo, la paz y el humor me traspasa como no lo hace cuando estoy en mi rutina. Síntoma para mí de que debo de seguir trabajando, de que no puedo dar por hecho que estoy despierta. 

Aprovecho y doy las gracias a los que habéis formado esta asociación, también por haber creado este sistema tan minucioso que llamamos despertadores, y por haber sostenido que el Trabajo de Antonio Blay es una realidad que es posible de alcanzar, que es más que una lectura y que sentirse de acuerdo con las afirmaciones que hace.

9 comentarios en “El Trabajo de mi vida”

  1. Cada momento vivido, las dificultades del despertar y vivir según ese estado de conciencia. Cuando leo tu experiencia, me hace ver mmomentos vividos y donde me encuentro.
    Gracias Laura, un placer poder leer tu experiencia y felicidades por ese cambio de trabajo, poder hacer lo que te gusta y despierta.

  2. Gracias Laura, me quedo con tu frase «desde fuera parece que no hay nada de extraordinario», «la transformación es interna», día a día con el Trabajo van saliendo pequeños matices de transformación que van quedando como una fina lluvia que acaba mojando.
    Poder leer esto de otro ser despertando es un ánimo y aliento para ser consciente que es un recorrido sin límites, donde las experiencias desde la energía, felicidad e inteligencia son modificadoras.
    Enhorabuena por tu consciencia en diferenciar dormida y despierta y gracias por compartirlo.
    Un saludo
    Isabel Sevillano

  3. Laura, gracias, me ha gustado mucho el artículo.
    Explicas cosas que de las que, de un modo u otro, puedo dar fe, como esos momentos sobrevenidos de lucidez que aparecían en medio de una vida, en mi caso, aparentemente insustancial. También me parece muy importante resaltar, como haces tú, el carácter incansable que debe acompañar al Trabajo y el contacto con gente más despierta, así uno se empapa de ti y del resto de compañeros. Y esa transformación en el ámbito laboral es impresionante, otro ejemplo a seguir. Te diré también que, en los dos o tres últimos meses, he visto la seguridad y firmeza con la que defiendes tus convicciones. Hay situaciones, cosas o personas que aparecen como luminarias en el camino, a las que se les presta mayor atención. Eres una de ellas, desde luego.

  4. Hola Laura, me ha gustado mucho lo que escribes sobre los despertadores, creo que son una de las claves más importantes del Trabajo para para despertar.

    Enhorabuena, un abrazo

  5. Muchas gracias por dar a conocer tu experiencia Laura. La verdad es que se transmite toda la transparencia y honestidad del mundo, dos virtudes con las que creo se puede hacer muchísimo camino en el Trabajo. Enhorabuena y espero que sea el primero de muchos, que ya tocaba!

  6. Has dado en el clavo, sin duda alguna, el Trabajo de nuestras vidas es despertar. A menudo las frases más sencillas contienen las verdades más plenas. Del mismo modo, las técnicas más básicas son las que nunca debemos perder de vista. Hacía tiempo que no practicaba con los despertadores y me has ayudado a recuperarlos, eskerrik asko Laura.

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