El trabajo del inconsciente

adobe creative cloud

El inconsciente es, por definición, inconsciente. Todas las hipótesis que explican nuestros problemas actuales como algo provocado por el inconsciente son absurdas porque desconocemos lo que hay allí.

     El inconsciente es la parte de la realidad que nuestra mente desconoce.

 

     Contiene tanto niveles superiores de nuestra realidad como fenómenos existenciales inacabados que el personaje ha rechazado hasta el punto de hacer que nos olvidemos de ellos. Sin embargo, el hecho de ignorarlos no impide que sigan actuando. Y ocupan más espacio que los contenidos que manejamos conscientemente.      

    

     Para abordar el trabajo del inconsciente debemos tener estructurado el consciente. Si después de todo el trabajo que proponemos de despertar y reforzar el yo experiencia, afloran en nosotros emociones o sensaciones que no podemos relacionar con nuestra vivencia actual, ahí está el inconsciente expresándose. Lo hace porque ya nos ve suficiente equilibrados para estar en condiciones de prestar atención a cuestiones que en su momento decidimos archivar para atender más adelante.

    

     No debemos tener miedo del inconsciente; en primer lugar porque no tenemos por qué identificarlo con asuntos negativos y, en segundo lugar, porque nunca nos va a permitir revivir cuestiones para las que no estemos preparados.  

 

    

     El caso es que durante nuestra existencia hemos sufrido una serie de influencias que no tenemos claras y hemos guardado una serie de experiencias sin resolver que siguen activas sin que las podamos finiquitar. Las hay de carácter energético, emocional y mental; así que debemos trabajar estos contenidos de forma independiente en cada uno de los centros.  

    

[…]

    

     Para esta tarea necesitamos provocar una apertura inicial de esta área de nuestra conciencia y hacerlo en las condiciones necesarias para poder pasar estos contenidos inconscientes a nuestro consciente con la garantía de revivirlos de una forma positiva. Porque ahí se reafirma la premisa de que todo está hecho de energía, amor e inteligencia. Desaconsejamos aquí las terapias que pretenden abordar el inconsciente sin el pleno control de la persona que realiza este proceso.

 

Extraído del texto que se entrega a los alumnos del “Seminario de Introducción al trabajo de Antonio Blay”. 2022.

Foto: Adobe Creative Cloud

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio