El yo experiencia y la libertad interior

Carlos Ribot

Constatarlo [cuál es el ámbito de la realidad que tenemos más descuidado] es terapéutico, porque nos indica el remedio. Normalmente, la gente se apunta a las propuestas que les hacen para mejorar en aquello que se han especializado, lo cual no hace más que agravar el desequilibrio de su personalidad y la inadecuación de la misma para fluir con la realidad.

     La realidad está hecha de energía, inteligencia y amor, e ignorar alguno de estos tres aspectos tiene consecuencias funestas porque, aunque en diferentes proporciones, los tres están presentes en cualquier cosa. Cuando el descuido de determinados ámbitos es patente, nos podemos plantear determinados ejercicios, que elegiremos nosotros mismos, con el objetivo expreso de actualizar, de forma consciente y voluntaria, el potencial que el personaje ha bloqueado. […]

    

     De entrada, los aspectos de la realidad que el personaje nos tenía prohibidos nos resultarán difíciles y tendremos que poner en ellos una atención superior a la normal, y contrarrestar la resistencia que el personaje opone a todo lo que entiende que nos da mala imagen. Pero vencer esa resistencia es lo que destruye, de una vez por todas, el complejo. Las ideas arraigadas en el subconsciente no ceden ante otras ideas leídas o escuchadas, por magníficas que nos parezcan; solo se retiran ante la evidencia de la experiencia. Sin esta decisión de trascender las limitaciones del personaje, todo el Trabajo que hemos hecho para entender la mecanicidad que nos ha dominado, no sirve para nada, porque se queda en la mente, sin repercusión práctica.

    

     La “prueba del algodón” de la libertad interior es experimentar la posibilidad de hacer algo nuevo, diferente de lo acostumbrado, aunque nuestra situación personal no lo requiera. Y esta libertad no la podemos suponer si no la ejercitamos. Acostumbramos a confundir libertad con ausencia de imposiciones externas, pero la libertad es la capacidad de decidir personalmente qué es lo que queremos hacer; no es hacer lo que nos de la gana, es estar en condiciones de hacer lo que vemos adecuado. Esta es la verdadera libertad, la libertad interior nuestra, personal e intransferible; la de personas autodeterminadas, que no dependen de hacia dónde sopla el viento, sino que examinan este viento y se colocan en una posición que les permita seguir avanzando hacia donde ellas quieren ir.

 

«Práctica del camino de Antonio Blay. Método, etapas y transformación». Colección Jordi Sapés. Jordi Sapés de Lema. Boira editorial. 2020.

 

 

1 comentario en “El yo experiencia y la libertad interior”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio