¡FELIZ SOLSTICIO DE INVIERNO, FELIZ NAVIDAD!

Pixabay

Al menos 174 países de los 201 existentes celebran la navidad, una época de tradición familiar, de encuentro, reconciliación, peticiones de paz, amor y prosperidad, que surgió para conmemorar el nacimiento de Jesús; pero hay que reconocer que la esencia de esta festividad se ha ido perdiendo con el tiempo enterrada en un modelo capitalista, cuyos engranajes despiadados transforman los valores espirituales de la navidad en vanidad.

 

     La relación que se le ha dado a esta época del año con los regalos, la ropa nueva, los decorados de las casas y las grandes cenas y fiestas, ha traspasado la frontera de lo religioso y se ha convertido en una época de consumismo donde el gasto de las familias alrededor del mundo se dispara con la llegada de esta fecha. Tristemente se nos ha instalado un programa mental bajo la premisa de que para celebrar la Navidad es ineludible ir de compras. No obstante, más allá de las creencias religiosas y de las ideologías personales que se puedan tener sobre estos días, es un hecho objetivo que tienen un significado profundo y reflexionar sobre él nos puede ayudar a vivir unas navidades más conscientes y plenas.

 

     Hay que tener en cuenta que la Navidad tiene orígenes paganos, los más significativos son los relacionados con el solsticio de invierno una fiesta muy importante en todos aquellos cultos en los que la adoración al Sol ocupaba un puesto de absoluta preeminencia, y a la que el cristianismo ciertamente se ha vuelto a conectar, ya que el sol puede verse como un emblema de la figura de Cristo.

 

     En el hemisferio norte, el solsticio de Invierno señala el día más corto del año porque en ese momento el Sol parece detenerse en el punto de máxima distancia de la Tierra. De ahí su nombre, que etimológicamente procede del latín “solstitium”, de ¨sol¨ y la raíz del verbo “sistere”, que significa detener; es un periodo de aparente pausa del sol que dura 3 días. Y a partir del día 24, la luz comienza a crecer doblegando a la oscuridad.

 

     Por eso estos días simbólicamente se pueden representar como el nacimiento de Dios triunfando sobre la ignorancia del hombre, o si se quiere el nacimiento de la Conciencia Crística, entendiendo el Cristo como la realidad de la Esencia Divina que nos constituye como seres humanos. Esa esencia que tocamos con la punta de los dedos cada vez que despertarnos del sueño en el que creemos ser algo que no somos, y que en estas fechas señaladas por nuestra cultura cristiana adquiere una profundidad y notoriedad vibracional especial.

 

     Así que desde ADCA os deseamos que en estas fechas encontréis vuestros momentos para mirar hacia adentro y permitáis que la Divinidad  se manifieste en vosotros y todo lo que os rodea. Os deseamos que os permitáis renacer en la Divinidad, en la verdad, en la virtud y en el valor de expresar lo que sois, para contribuir a mejorar vuestro entorno y por ende a restaurar la paz y la solidaridad en el mundo.

 

     ¡Feliz Solsticio de invierno, Feliz Navidad!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio