La importancia de las donaciones en ADCA
Sobre la importancia de colaborar económicamente para los fines de la asociación
Sobre la importancia de colaborar económicamente para los fines de la asociación
La Navidad, más allá de las luces brillantes, los regalos envueltos y las canciones festivas, lleva consigo un profundo significado espiritual que ha perdurado a lo largo de los siglos. Para muchos de nosotros esta temporada no es solo un evento anual, sino un momento de reflexión, y renovación espiritual.
El personaje está basado en que se pretende ser algo y en que las cosas sean de determinada manera.
Al menos 174 países de los 201 existentes celebran la navidad, una época de tradición familiar, de encuentro, reconciliación, peticiones de paz, amor y prosperidad, que surgió para conmemorar el nacimiento de Jesús; pero hay que reconocer que la esencia de esta festividad se ha ido perdiendo con el tiempo enterrada en un modelo capitalista, cuyos engranajes despiadados transforman los valores espirituales de la navidad en vanidad.
Este próximo 30, 31 de octubre y 1 de noviembre nos vamos a congregar un gran ejercito de personas conscientes en Barcelona bajo un lema revolucionario “espiritualidad para la transformación social” y tened claro que la vamos a liar parda porque:
Las enseñanzas de Blay, y la propuesta de ADCA, promueven una espiritualidad desde el interior que entronca necesariamente el Ser social de la persona y su implicación activa y consciente con las dificultades que se va encontrando en su entorno. Una espiritualidad llevada a la práctica que pretende manifestarse desde el interior del sujeto hacia el exterior, integrando el contexto en el que nos encontramos (familia, trabajo, amigos, asociaciones…) y, de esta manera, poner sobre el terreno de juego, el Potencial Esencial que somos, participando conscientemente de las respuestas a los problemas que se nos van presentando.
La llegada de diciembre, está especialmente marcada en el calendario de nuestra conciencia por la Navidad; no obstante, es preciso asumir que los tiempos han cambiado, y las percepciones de las personas sobre la Navidad también. Incluso se advierte una creciente indiferencia entre la gente, en referencia al verdadero significado espiritual de estas fechas tan señaladas en nuestra cultura occidental.
La experiencia enseña que uno de los grandes problemas que nos encontramos a lo largo de nuestro proceso interior, es la perdida progresiva de la intensidad en el despertar conciencial que debemos aplicar a nuestro vivir cotidiano; de manera que en el tiempo se corre el peligro de caer en una especie de “limbo acomodaticio” donde nos vamos desangrando poco a poco.
De la obra de Antonio Blay un concepto que siempre me ha llamado la atención es la famosa actitud positiva, probablemente porque no tiene nada que ver con defender una determinada ideología o moral, ni tampoco es una especie de auto motivación interna para vivir feliz, ni si quiera se trata de repetir mentalmente frases para funcionar mejor en la vida. Y desde luego tampoco es lo contrario de algo que podamos considerar negativo.
A estas alturas me sigue pareciendo algo extraordinario que una persona se pueda pegar toda su existencia sin fijarse lo más mínimo en sí mismo, toda una vida absolutamente pendiente de llenarse con cosas del exterior, o pendiente de ir evaluando milimétricamente si va consiguiendo o no lo que aparentemente piensa que necesita para ser feliz.