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Si el Señor no construye la casa
en vano se cansan los albañiles.
Si el Señor no guarda la ciudad
en vano vigilan los centinelas.Para mí quiere decir que si no tengo presentes y no traslado a mi vida (de forma pasiva y/o activa) las fuerzas que se movilizan en mi interior, que son cualidades de Dios de las que Él me ha hecho consciente, ya puedo hacer yo virguerías,algo parecerá que hago pero con la sensación de un esfuerzo y una falta de sentido que agota.
Y cuando tengo presente a Dios (que lo traduzco en la vida diaria, en tener presente todo lo que me rodea como representantes de esas mismas fuerzas y aprendo a relacionarme con todo ello como tal) ni hay cansancio ni hay dudas y temores.
Coincido con Laura.
Si no se actúa desde estas cualidades más profundas, es igual el esfuerzo que esmeres que no servirá para nada, será en vano lo que hagas, sientas o pienses.
Solo si te relacionas desde la Energía, el Amor y la Inteligencia, tu acción será útil en este mundo, serás las manos de Dios actuando en este plano.
Gracias por vuestros comentarios: cuando aparecen en la bandeja de correo me produce una gran ilusión ver como interactuamos en este espacio, aportando nuestras visiones y pareceres.
Muchas gracias!A mí me evoca que todo es la creación del Señor, por tanto si vivimos pemsamdp que somos nosotros los que tenemos el mando iremos con esfuerzo y desorientados por la vida. La segunda frase me dice que Dios siempre está ahí, si estoy desorientada siempre tendiendome la mano para cuando yo me abra al amor, inteligencia y energia que es la vida.
A mi tambien me ayuda mucho leer todos vuestros comentarios. Gracias a todos!!
Es curioso constatar que la mejor forma de acercarnos a la plenitud en esta vida es abandonándonos. Abandonándonos, claro está, en manos de Dios, olvidando las ansias de controlarlo todo (los centinelas que no vigilan nada real sino que son producto de las elucubraciones del personaje) y de levantar grandes casas (proyectos que mayormente buscan que brille nuestro ego).
Esto es, miremos bien cuales son nuestros planes y proyectos y asegurémonos de que reponden a ese impulso real que viene de muy dentro. Si es así (seguro que en nuestro caso lo es en gran medida) vamos por la senda adecuada.Cualquier proyecto, progreso o acto tendrá buen fin solo si está regido y salvaguardado por Dios, que es principio y fin. Es necesario asumir nuestra condición de albañiles y centinelas del amor.
Desde la perspectiva de Trabajo, lo veo como desarrollar el potencial que nos han sido concedido, guiándonos por la senda que se va iluminando según vamos avanzado en el “Yo experiencia”; así nuestros esfuerzos no serán en vano y Dios siempre estará con nosotros…
En la experiencia interna no debemos apoyarnos únicamente en ideas y deseos, que representan nuestros albañiles. Es teniendo presente la esencia, nuestro Señor, en la experiencia que nos sirve de base sólida, para un desarrollo integral de la personalidad, nuestra casa.
En la experiencia externa, nuestra relación con el mundo, la ciudad. No solo nos sirven los cinco sentidos, que vigilan a modo de centinelas, sino que también hay que tener presente el Señor, la esencia divina que hay en nosotros.
En definitiva tanto en la relación interna como externa únicamente quedan completas, unificadas, mediante la consciencia esencial.Un abrazo,
JaumeSi no tenemos presente al Señor en cada momento de nuestra existencia en todo lo que hagamos de nada servirá, hagamos lo que hagamos o nos pongamos como nos pongamos. Será un esfuerzo en vano. Tenemos que poner toda nuestra energía en vivir cada día desde lo que ya somos. Energía amor e inteligencia.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios. Me son de gran ayuda.Veo que en vano la construcción de mi misma será sólida sin la presencia de Dios en ella . El está por todas partes guiando mis pasos y yo solo he de estar despierta para escucharle y hacer, desde el amor , la energía y la inteligencia que me ha sido dada . El me guarda y protege como nadie y yo le olvido muy a menudo , fiándome de falsos centinelas que solo quieren salvaguardar mis miedos .
Si el Señor no construye la casa
en vano se cansan los albañiles.
Si el Señor no guarda la ciudad
en vano vigilan los centinelas.Porque no hay construcción ni proyecto real que pueda sostenerse sin que estemos presentes, esa presencia, Dios mismo que sostiene como piedra angular nuestras aportaciones, es el único que puede guiar nuestra construcción personal, estoy muy de acuerdo con Jaume sobre estas palabras.
La vigilancia de una ciudad, la búsqueda de la seguridad en estos tiempos es una constante…qué paradoja que no haya lugar seguro en toda la Tierra, no hay seguridad en la materia. Sólo podemos relajarnos cuando accedemos a una dimensión superior donde no hay que vigilar porque no hay enemigos, Dios vigila por nosotros, nosotros sólo tenemos que ser permeables a su presencia. No olvidemos que es su presencia, el estar en su presencia, lo que podemos disfrutar de esa relación íntima la que nos llevará a una construcción sólida y a una bajada de guardia para vivir en el presente.A mí me parece que en este salmo hay como dos partes diferenciadas, una referida al individuo entendida en tanto en cuanto la personalidad como instrumento del Ser, aunque bien es cierto que las frases están puestas en sentido contrario porque advierten lo que ocurre cuando esto no es así. De manera que bajándolo un poco al terreno de lo concreto (quizá sea buen ejercicio, tal como apuntaron un par de compañeros en ámbitos de trascendida 4, reflejarlo de manera más particular y personal, quien así lo quiera evidentemente) noto con mucha intensidad como se tambalea la obra de la casa cuando en lugar de estar yo construyéndola, está el personaje pasando revista, cual sargento chusquero a mis quehaceres cotidianos, es justamente en ese momento que aparece, a veces con inusitada virulencia, la angustia, el malestar, el hastío, un vacío carente de sentido… Y claro el terreno es propicio para que se cansen, los albañiles, los electricistas y hasta los fontaneros jeje. La cosa desaparece radicalmente cuando estoy yo presente ocupándome de mis quehaceres, ahí hay un hacer ordenado e incluso un cierto gozo derivado de percibir que se abren las compuertas que liberan la energía, amor e inteligencia que soy.
La segunda parte del salmo se deriva de esta primera porque entiendo que existe el peligro de regocijarse y al mismo tiempo congelarse en el propio proceso personal olvidándose de que el Potencial es un préstamo que se nos da, es decir, no nos pertenece, nuestra labor es movilizarlo, actualizarlo, convertirlo en acto, mejorando la realidad social (ciudad) que se me presenta. Soy un centinela más que salvaguarda una organización social como expresión del Ser, eso si de una manera individual única y concreta, que me diferencia del resto de centinelas.
Resistir o controlar son dos caras de la misma moneda: pensar que yo hago. El esfuerzo es en vano porque simplemente no es real. El que hace es Dios. Si le dejo llevar mi vida, no hay duda de que todo sucederá con luz y amor, en el tiempo exacto del proceso constructivo.
Si el Señor no construye la casa
en vano se cansan los albañiles.
Si el Señor no guarda la ciudad
en vano vigilan los centinelas.Si no estamos despiertos, desperdiciamos nuestro potencial.
Si no estamos despiertos, nos agotamos llevando a cabo empresas personajiles y nos estresamos prestando atención a temas también personajiles.
Si la realidad exterior nos engulle los centinelas vigilan en vano y los albañiles levantan proyectos ilusorios porque todo surge desde el personaje mientras que esa misma realidad vista desde los ojos de Dios todo sucede con mucho Amor y como tiene que suceder. Dios es nuestro patrocinador sin Él no hay vida que vivir.
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