Mi experiencia en el Trabajo

Recuerdo el día en el que algo dentro de mí dijo: “Basta! Hasta aquí he llegado!” Ese algo se rebelaba frente a mi forma habitual de comportarme. Pensé que tenía que cambiar, que debería ser más de una manera y menos de otra pero no sabía muy bien cómo hacer la mejor versión de mí misma. Pensaba que todo lo debería y lo podría controlar con mi mente, me perdí en una serie de pensamientos sin sentido hasta que un día mi mente se bloqueó y comenzó a mostrarse bastante irracional. Fue en medio de todo este cacao mental cuando alguien me sugirió que leyera un libro de Antonio Blay: “Ser. Curso de psicología de la autorrealización”.

Cuando lo leí me di cuenta de que todo este tiempo había estado buscando algo y aquí tenía las respuestas Me impactó cuando leí acerca del despertar porque esa sensación yo ya la había experimentado alguna vez y muchas otras cosas de las que leía me cuadraban. Así que en cuanto tuve ocasión comencé el Trabajo.

Cuando comencé aún estaba inmersa en esa especie de neurosis/ansiedad/obsesión y despertar al principio se me hacía difícil pero, cuando lo hacía, podía apreciar el gran cambio que suponía el que no hubiera pensamientos. Percibía claridad en todos los sentidos. Y aunque era consciente de que no me encontraba bien siempre tuve conciencia de mí como observadora, de mí dándome cuenta de mi malestar. Uno de los mayores aprendizajes de todo esto fue darme cuenta de que yo no era mis pensamientos y que la mejor manera de superarlos era despertar. No servía tratar de controlarlos o de luchar contra ellos; sencillamente debía despertar. La clave siempre está en despertar.

Al poco de comenzar el Trabajo mi entorno notó un cambio en mí: en el trabajo me dijeron que mi actitud había cambiado y mi marido me preguntó qué era exactamente lo que estaba haciendo porque me notaba más contenta. A mí me sorprendió porque yo no era consciente de nada de eso. Sé que los centramientos me ayudaron a recuperarme. No sabía por qué pero yo sabía que a medida que los hacía me encontraba mejor, más contenta y llena de energía.

Descubrir el personaje me impactó por lo evidente que era y por mi imposibilidad de verlo si no me lo presentan. Ahora puedo entender mejor mis miedos, el origen de mi angustia, mis resistencias. Lo importante es mantenerse despierta porque no caigo en el personaje; porque me vivo con otra alegría y con otra energía; porque no me dejo llevar por mis miedos e inseguridades; porque actúo con confianza; porque mi respuesta con mi hijo es siempre la adecuada y él lo percibe.

Mi espiritualidad con el Trabajo ha evolucionado también y a eso han contribuido los retiros de Oseira. Han cambiado ideas y ha cambiado la forma de acercarme a lo Superior.
En el Trabajo he aprendido que somos protagonistas indiscutibles de nuestra existencia, que nada está predeterminado, que tenemos un potencial inmenso y que las circunstancias del día a día nos permiten actualizarlo.
Quiero agradecer especialmente a Pilar su apoyo, su cariño y el que me haya acompañado todos estos años y lo siga haciendo. Un abrazo enorme!!

Y entendí que no hay nada que cambiar en mí sino que he de ser cada vez más yo misma.

8 comentarios en “Mi experiencia en el Trabajo”

  1. El trabajo és arduo, cuando queremos salir de la mente y aun tenemos el hábito de vivir desde ahí, creer que nuestros pensamientos es la realidad y nosotros somos nuestros pensamientos y sentimientos y no, una consecuencia de las ideas instaladas, el programa del » personaje». Felicidades!!!!

  2. Estupendo Carmen; agradecerte que compartas con nosotros tu experiencia en el Trabajo espiritual, este abrirse y atreverse a compartir una vivencia personal crea un vínculo fantástico en torno a ADCA. Es el cemento que une todos los ladrillos.

    Muchas gracias.

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