Tres pilares del Trabajo Interior

Aunque el trabajo interior se puede abordar desde diferentes perspectivas, y de hecho cada buscador tiene su propio camino, en lo que es el mío, y teniendo como guía a Antonio Blay, podría sintetizarlo en tres aspectos fundamentales: El Centramiento, La Actitud Positiva y La Aceptación.
El descubrimiento de un testigo o sujeto de lo que ocurre en nuestra conciencia marca un hito en el proceso de retorno a nuestra propia naturaleza, hasta este momento es como ir buscando en una habitación a oscuras la puerta de salida; no estamos satisfechos con nuestras vidas y buscamos todo aquello que nos de un poco de paz, felicidad y seguridad, sabemos lo que no queremos pero descubrimos que todo aquello que nos da seguridad o felicidad no es permanente, y es como la zanahoria que siempre está más lejos.

Hay un momento en que vemos con claridad que en el centro de toda esta búsqueda, de todo deambular por la vida, hay una realidad inalterable, un lugar de libertad, que está más allá de todo lo que ocurre y por lo tanto más allá del tiempo, en el presente; se le puede nombrar sujeto, testigo, yo profundo, presencia, y es lo que Es siempre, seamos o no conscientes. En este momento empieza de verdad el trabajo interior porque sabemos a donde vamos, aunque requerirá de todo nuestro esfuerzo y entrega para ir superando este entramado mental psicológico hecho de miedos, deseo y hábitos, para que quede lo que siempre ha sido; mi propia naturaleza.

El Centramiento es la práctica por la cual intentamos dirigir la atención hacia el centro de nuestra conciencia que como ya sabemos podríamos diferenciarlo en cuatro vías de acceso al Centro último; el centro de fuerza o energía que está en fondo de la respiración, la fuente de todo el sentir que se sitúa en el fondo del corazón, la fuente de luz o testigo dentro de la cabeza y la fuente o Principio Creador (Dios) en dirección a lo Superior. Todas estas vías y direcciones son vistas desde nuestra perspectiva superficial y externa, desde la Realidad no hay tales diferencias.
Esta práctica del Centramiento hace que nuestra mente vaya tomando conciencia de esta realidad interior e íntima y vaya perdiendo fuerza progresivamente toda la realidad e importancia que hemos proyectado en la imagen que tenemos del mundo exterior.

La práctica del Centramiento se tiene que realizar en dos situaciones diferentes; la primera solos, aislados del mundo, lo que nos irá dando una mayor facilidad de acercamiento, reconocimiento y profundidad y luego en medio de nuestra vida normal que aunque será más difícil alcanzar los mismos niveles de profundidad nos permitirá una integración del centro con los diferentes aspectos de nuestra conciencia.
La segunda práctica fundamental dentro de la línea propuesta por Blay es la Actitud Positiva, que consiste en forzar la vivencia positiva de nosotros y su expresión en el mundo exterior. Esta práctica que al principio la haremos torpemente, artificiosamente, con el tiempo formará parte de nuestra personalidad y saldrá espontáneamente.

Porqué y para que la Actitud Positiva?; porque lo que somos de verdad es al cien por cien positividad y por esto en la medida que vivimos en positivo en nuestros tres aspectos de nuestra conciencia (luz, amor, fuerza) estamos viviendo, tomando conciencia de lo que somos. Requiere de un esfuerzo porque estamos atrapados en nuestro mundo de ideas, y valores, que nos hace ser repetitivos, vamos viviendo la vida como si siguiésemos unos surcos que son estos hábitos instaurados en el subconsciente y  requiere una visión clara y una determinación profunda para obligarnos a vivir lo que presentimos que ya somos de verdad. Este esfuerzo de ir extrayendo de nosotros lo mejor de nosotros mismos nos hará vivir un presente más pleno con mayor sentido y con menos sensación de carencia, transformando nuestra estructura mental, nuestra personalidad, que pasará de ser cerrada y rígida a ser abierta al fondo, a lo que somos.

Y por último tenemos la práctica de la aceptación. Que no es una práctica, que es un gesto de apertura, de dejar ir el control, y reconocer lo que hay, dándole realidad, diciendo un SI profundo a lo que acontece en vez de la negación y el rechazo, y dejando que el personaje se rinda de sus pretensiones de tener más, de ser más, de hacerse las cosas tal y como uno quiere y al relajarse y abrirse a lo que hay, y uno descubre una conciencia mayor, más libre.
De las tres prácticas, la aceptación real, desde el fondo, tiene una dificultad específica, porque supone un abandono de todo lo que pretendemos, un giro de ciento ochenta grados respecto a nuestra perspectiva habitual de lucha y consecución de nuestros objetivos, por lo que se escapa de nuestra forma voluntariosa, habitual, de afrontar los retos, por esto, para que se produzca en nosotros esta aceptación hemos de haber alcanzado una madurez gracias al centramiento y actitud positiva.

Todas las otras prácticas que propone Blay, de una u otra manera son una aplicación de estos tres gestos internos básicos o principios fundamentales; toma de conciencia, ejercitamiento de la voluntad y apertura del corazón a la unidad (Centramiento, Actitud Positiva, Aceptación)


Ricardo Vidal
http://ricardovidal.net/

Ricardo Vidal estará del 12 al 14 de Octubre en el Congreso «Autoconocimiento y Espiritualidad en el siglo XXI. Práctica de la obra de Antonio Blay».

Más información: congresoantonioblay.com

6 comentarios en “Tres pilares del Trabajo Interior”

  1. Centramiento, actitud positiva y aceptación, una exposición clara y especialmente pedagógica de todo un itinerario a seguir para reencontrarnos con nuestra verdadera naturaleza esencial, muchas gracias Ricardo, todo un placer y privilegio leerte en ADCA

  2. Me ayuda mucho la Actitud Positiva vivida como Apertura. Es fundamental para ser más yo mismo el descubrir dónde tengo dificultades para abrirme y practicar esa actitud que nos recuerdas. Gracias

  3. Gracias Ricardo por exponer el camino con ésta claridad. Cuando leo los articulos me lleva a vivenciarlos y estar ahí, siempre veo algo más claro a pesar que lo haya leido en los libros de Blay o los haya escuchado muchas de veces. Un saludo!!

  4. Determinación profunda, esta es la frase que yo resaltaría del artículo de Ricardo Vidal. Determinación de responder desde el centro de nuestra conciencia a la realidad que se nos presenta fuera y determinación de no eludir nuestra responsabilidad como seres conscientes, tanto en los asuntos personales como colectivos.

    Gracias Ricardo por recordarnos que el Trabajo es una alternativa de vida.

  5. Si, éste texto propone cosas muy concretas y a realizar en la vida diaria, lo cual es un signo magnífico. Se necesita como dice Jordi mucha determinación propia y a veces incluso diría yo que la determinación de otros, como podría ser la que se percibe al leer a Blay o la de toda la gente que divulga su obra.
    Muchas Gracias

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