Ahora y Siempre

El Trabajo que Antonio Blay propone es totalmente laico. Él aborda la transcendencia con una claridad que inyecta en sus lectores y oyentes una buena dosis de motivación para llevar al terreno de la propia experiencia esta búsqueda de lo trascendente en la propia conciencia.

 

     A raíz de iniciar el Trabajo con Adca y con su ayuda para integrar las enseñanzas de Antonio Blay comencé a entrar en contacto con una visión del cristianismo que desconocía porque no se enseña en casi ningún lugar, y que voy descubriendo como un camino lleno de consignas, de símbolos y de palabras que calan hondo porque trasladan un conocimiento recto y claro de lo que hay en el fondo de cualquier Ser Humano.

 

     Ahora que estamos en el periodo de Semana Santa, semana en la que se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesús hago mi propia reflexión acerca del significado de ésta figura, que es interpretada por parte de muchos, sin demasiado éxito a tenor de las circunstancias que vivimos.

 

     Ahora y Siempre es parte de una oración, y la oración sirve para conectar nuestra conciencia a Dios cuando reconocemos que andamos perdidos. Y en la cultura occidental es el Cristo quien aparece en la historia humana como conocedor, en absoluta certeza, de ésta presencia y amor de Dios. Y además nos dice que éste conocimiento puede ser alcanzado.

 

     Aunque a Jesús se le ubique históricamente hace un par de miles de años, su energía vive en la conciencia de todos, pero para descubrirlo hay al menos que intuir que esta presencia no está en los pensamientos, sino que es vibración y vida. Y esto es una realidad a la que podemos abrirnos, una vez que el personaje que nos tiene atados de pies y manos, impidiendo ésta apertura, suelta el dominio de nuestra mente. Y es que estoy escuchando a grandes personalidades de la iglesia en sus homilías por esta Semana Santa decir que Jesús murió por todos nosotros y yo digo que Jesús vive con todos nosotros (con ésta conciencia de presencia de Dios), y que no es necesario morir para comprobar esto.

 

     Y además digo que Jesús muere en cada momento en el que silenciamos la dignidad que vive en todos, tanto si es para acallar la propia dignidad como la ajena.

 

     Estoy de acuerdo, en el sermón está diciendo que hay que gritar si hace falta para recuperar la dignidad, así que debe de saber que es necesario desarrollar mucha fuerza para ello.

 

     El Cristo tiene mucho que ver con la dignidad. La dignidad está hecha de amor, de un amor que es tan suave como potente y decidido. Que conmueve todas las partículas que le componen a uno, y que sin ningún esfuerzo hace cambiar la manera de mirar la existencia, llenándola de esplendor, de bondad y de belleza. El acto determinado por esta mirada luminosa vendrá sin demasiado esfuerzo, pues será pura necesidad de expresar lo que desborda.

 

     Creo que no se puede negar la solemnidad y belleza que expresan algunos textos y liturgias que hacen del Cristo el centro de su enseñanza y atención. Y es que a pesar de los sermones que a veces no dicen nada, o que se quedan en la superficie sin resolver lo que el Ser Humano necesita cuando pide plenitud, el Evangelio nos traslada algo vivo que podemos percibir en nuestro interior. Nos da un canal diseñado para que nuestra mente, formada por la cultura en la que estamos, pueda mantener la atención sobre lo que percibe que es sagrado. Ésta atención va transformando a la propia mente, que queda así en la postura adecuada (relajada, silenciada, receptiva) para dejar que la fuerza y el amor de Dios sean percibidos en éste mundo.

 

     Me encanta este parte de un himno que he oído muchas veces en las liturgias: Jesús, hijo del Padre, ven aprisa, en éste atardecer que se avecina, serena claridad y dulce brisa, será tu amor que todo lo domina.  

www.autorrealizacion.org

4 comentarios en “Ahora y Siempre”

  1. Estoy completamente de acuerdo contigo, Laura. El Trabajo, en mi caso, también ha traído una visión del cristianismo que ha sido todo un descubrimiento. Gracias por tu artículo.

  2. Una hermosura de artículo, Laura! A veces las negruras y los dolores que asolan el mundo -a nivel colectivo y a nivel personal- me llevan a dudar de que todo sea potencial y nada más que potencial. Por eso, cada x tiempo necesitamos de mensajes que nos reconforten, de palabras que nos iluminen, de aire puro que llene nuestros pulmones cuando nos ahogamos un poquillo.

    Hoy ya he recibido la dosis y mañana afrontaré la semana como esa brisa que mencionas 😉 Os deseo lo mismo a tod@s!

  3. a mí también me has iluminado con el himno: amor, claridad, dulce brisa. Es toda una descripción de lo que sucede esos momentos en los que sentimos cómo lo Superior nos acoge, nos envuelve. Gracias.

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