Conciencia y presunción

Transcribo una experiencia de centramiento de una compañera nuestra:

“El otro día en un centramiento tuve como una imagen muy vívida de lo que éramos y de lo que sucedía justo debajo de nosotros…era un sinsentido, sobre todo porque arriba todo era paz y sosiego y abajo la gente iba y venía como hormigas empujándose unos a otros cada uno con sus propios problemas. Toda la gente hablaba, cada uno de lo suyo, y nadie escuchaba a nadie porque claro, todo el mundo estaba hablando. Yo veía a toda esa gente y no podía hacer nada, sólo me decía “ellos creen que eso es real… si supieran lo que hay más arriba”. Claro que en ese nivel de percepción no cabe nada porque más allá de uno mismo y con careta no se puede percibir ni luz ni nada.

Vale la pena tanto la imagen, que es muy gráfica, como el último comentario: con careta no se puede percibir ni luz ni nada. Y cuando la careta es de felicidad, de compasión, de responsabilidad o de espiritualidad, menos todavía. Lo único real es despertar y la última trampa del personaje es presentarse voluntario para arreglar la pesadilla.

Este comentario me ha recordado aquella imagen de Gurdjieff del cochero, el caballo y el carruaje que representan el estado habitual de nuestros tres centros: el intelectual, el emocional y el motor. El cochero está borracho de manera habitual, soñando que es alguien importante, el caballo está famélico por falta de atención y el carruaje a punto de caerse a pedazos. Pero como el trayecto que hacen siempre es el mismo: de la estación al ayuntamiento, basta con que el cochero suba al pescante para que el caballo arranque y lleve el carruaje por las calles de costumbre. Magnífica imagen de la mecanicidad y del estado ordinario de nuestra conciencia.  

Para despertar es indispensable ante todo que el cochero deje de beber y despierte; para, a continuación, atender al caballo y reparar el carruaje. Así que lo que menos le conviene al cochero es escuchar la idea de que es un potencial infinito de inteligencia, amor y energía; porque lo celebra con otra ronda.

Aquí también viene a cuento el comentario que hizo el Papa, hace ahora una semana, sobre el sistema económico: “este sistema es inhumano”. Ha sido espectacular la repercusión que han tenido estas palabras: todos los obispos las han repetido y en las parroquias no se comenta otra cosa. Incluso los ministros más católicos del gobierno han mostrado su inquietud y su deseo de cambiar rápidamente las estructuras productivas para poder dar trabajo a los millones de parados que hay en nuestro país y que han merecido la atención del Papa en este mismo comentario.

No ha sucedido nada de esto ¿verdad?, el comentario del Papa ha quedado como algo anecdótico, que no viene al caso. Seguramente tendría más repercusión si hiciera un llamamiento a los empresarios para que fueran más conscientes, porque eso no compromete a nada. Si cogemos cualquier cosa y le añadimos el calificativo “consciente”, todo mejora. Así que además de empresarios conscientes podría haber capitalistas conscientes, parados conscientes, desahuciados conscientes, emigrantes conscientes, etc.

La conciencia no es ningún calificativo; solo se puede predicar del ser humano en cuanto tal, no se puede predicar de una manera de pensar o de actuar determinada. Y ninguna práctica que considere al ser humano como un objeto puede ser consciente. Por eso el Papa condena el sistema, sin paliativos. Gracias a Dios.       

 

13 comentarios en “Conciencia y presunción”

  1. Me es curioso el poco tiempo que tengo para hablar de los momentos que salgo de la jaula de mis pensamientos generalmente acordes al caldo nacional , ósea mas bien me hacen reclamar mi derecho a permanecer en el miedo y la pobreza de miras .Digo esto porque esta mañana mientras paseaba tuve una revelación y se hizo un milagro o hicieron un milagro en mi, es el darme cuenta de cómo un simple pensamiento puede dejarme ligado a un palo y permanecer allí ligado hasta que encuentro otra estaca donde atarme. Puedo escribir esto porque como aprendiz del “Trabajo” con una chispa ajena a mí, pude ver algún instante fuera de mi cueva mental. Entonces es cuando me acuerdo de aquel libro de “Miedo ,tensión y liberación interior”.
    Gracias por vuestro trabajo ,participación manteniendo la web .
    Esteban

  2. Visto en positivo, creo que detrás de todas las crisis (personales, políticas, económicas, religiosas), se encuentra la necesidad imperiosa del género humano de ser más consciente.
    Éste es, para muchos creyentes, el sentido y el motor evolutivo de la Historia.

  3. Sí, estar consciente, estar despierto parece la solución de todo. Si mantenemos otra mirada diferente a la de nuestro ombligo y ampliamos el abanico de nuestra visión la riqueza de lo percibido es mayor, tiene más matices, no es tan personal. Pero yo me cuestiono cómo un desahuciado y un parado pueden estar conscientes. Una persona que echan a la calle, yo las veo viviendo en las aceras, buscando en los contenedores….¿Cómo puede estar despierta? Más bien somos los que los vemos lo que tendríamos que despertar y ser más conscientes para poner nuestro grano de arena en ayudar y mejorar sus situaciones.

  4. Emilia, has tomado la ironía de mi artículo por afirmación. Si fueras la parroquia verías que no ha ocurrido nada de lo que yo digo.
    Justo lo que estoy resaltando es que calificar a las cosas de «conscientes» no sirve para nada. Solo el sujeto puede ser consciente, no lo que hace ni la situación que tiene.
    Claro que un parado puede ser consciente, pero no por el hecho de estar parado.

  5. Si son gráficas los ejemplos que describe la forma que tiene el personaje de aprovechar toda ocasión para estar en el candelero, ser más perfecto, conseguir sus metas ( Yo ideal. Cuando hago el centramiento o leo en la pagina estos textos despierto, veo los montajes del personaje y la gran ayuda recibida por todos los comentarios y del trabajo.
    Un saludo!!!

  6. Si digo que estoy despierto y no doy el pan de los pobres (aquello a lo que me siento llamado, con generosidad), entonces soy un mentiroso.
    Todo va unido.
    Esto es lo que creo yo.

  7. Si, Esteban, el ver algo es el primer paso, y a veces suele ser bastante impactante. Después, descubrimos que es como un regalo que se nos da y al que tenemos que corresponder.

  8. Por lo que comenta Jordi, no es tanto una cuestión de grado, de estar más despierto o más consciente, sino sencillamente de estarlo, porque en tanto seamos conscientes la acción consecuente a lo que estamos viendo actualmente saldrá por sí sola. Lo que sucede, como supongo que nos quiere reflejar Emilia, es que si vemos que a la hora de la verdad no cambia nada en nosotros salvo una postura más o menos vistosa de indignación, quizá sí que debamos preguntarnos como estamos exactamente. Por otra parte, veo muy importante el carácter personal, e integral, que Jordi asocia indisolublemente al adjetivo: consciente, y resalto lo de integral para separarlo de cualquier rol o función de la persona. De algún modo, es otra manera más de orientar nuestro compromiso.

  9. Yo quiero resaltar las palabras del Papa: este sistema es inhumano. Por eso es un sistema con parados y desahuciados, porque está basado en el egoísmo.
    Me acuerdo de unas bendiciones de mesa en las que se pedía a Dios que se acordara de los que no podían comer. ¿No sería mejor que nos acordáramos nosotros? ¿Pero cómo? ¿Levantándonos de la mesa y saliendo a buscarlos?
    Esta es la cuestión: conciencia significa estar enterados de lo que sucede y ver qué se puede hacer realmente, de verdad, para remediarlo. Conciencia no es socorrer a los parados sino evitar que los haya.
    El Papa también está intentando limitar los gastos suntuarios del Vaticano para obtener más recursos para los pobres pero, si se vendiera toda la riqueza de la Iglesia, que es mucha, no arreglaría gran cosa; se produciría una cierta inflación, el sistema la absorbería y los pobres se quedarían igual que antes. Porque el problema es que el sistema económico es inhumano y no se puede mejorar a base de conciencia. Lo que hay que hacer es cambiarlo por otro.
    Los que podáis acceder a la zona de socios activos de la Web, releed la serie de artículos sobre el sistema económico y social en el apartado: Temas de debate.

  10. Jordi, este sistema lleva siglos siendo injusto e inhumano. Priman los intereses particulares, y no el bien común.
    Entiendo que cada generación trae consigo una aportación, un paso adelante, para contribuir al progreso de la humanidad.
    Lo importante es primero reconocer y luego dar cauce o vía a estas aportaciones. De otro modo se producen grandes desfases generacionales en el seno de la sociedad. Y no se avanza.
    Como en el planeta somos cada vez más habitantes y los recursos son limitados, creo que vamos hacia democracias más participativas en todo. Y hacia derechos a decidir más extensivos.
    En mi opinión éste es el signo de los tiempos.

  11. Jordi me encantaría saber o conocer más sobre el echo que mencionas de que la última carta del personaje es ofrecerse voluntario para arreglar la pesadilla, pienso que es muy interesante profundizar al respecto. Gracias.

  12. Sí, no me cabe duda de que vamos hacia democracias más participativas, pero a largo plazo porque en el corto parece que estemos desandando el camino realizado a marchas forzadas.
    Fíjate en las noticias de hoy: van a contabilizar el dinero de la prostitución y de las drogas en el Producto Nacional Bruto que, como consecuencia, ascenderá un 4,5 por ciento. Total son negocios, ¿no?
    Mi insistencia en denunciar al sistema es porque no podemos sentirnos al margen de lo que sucede pensando que nosotros no tomamos las decisiones. Jesucristo tampoco tomó las decisiones pero tuvo que morir para que nos hiciéramos conscientes de lo que suponen.

  13. En la visión del centramiento que comentamos se dice: toda la gente hablaba, cada uno de lo suyo. Bien pues había unos que hablaban del Trabajo. Esta es la última trampa del personaje; querer aprovechar las ideas del Trabajo para destacar sobre los demás, diciéndoles que no son conscientes. La conciencia incluye a los demás tal como son aquí y ahora, no los califica de inconscientes ni se siente superior a nadie por tener determinadas ideas. Ahí se descubre como el yo ideal está utilizando el Trabajo para engordar.

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